La historia político-electoral de nuestro país y sus entidades federativas ha estado marcada por el control y manejo que desde el centro se ha ejercido sobre los procesos electorales, a fin de graduar el acceso al poder, para ello ha contado con: la normatividad electoral que se expide para regular las elecciones; las instituciones que … Leer más
La historia político-electoral de nuestro país y sus entidades federativas ha estado marcada por el control y manejo que desde el centro se ha ejercido sobre los procesos electorales, a fin de graduar el acceso al poder, para ello ha contado con: la normatividad electoral que se expide para regular las elecciones; las instituciones que se encargan de su organización y aquellas que ejercen sus resoluciones a fin de definir los conflictos legales de los procesos electorales.
En este esquema hay otro elemento que ha venido acompañando los cambios y transformaciones de los procesos electorales, nos referimos a los profesionales de la política en materia electoral (operadores políticos o técnicos electorales).
Este modelo de actores políticos nació a partir de la necesidad del Estado de contar con elecciones permanentes, en las cuales exista una participación aceptable de ciudadanos. Esta era una necesidad básica de los regímenes y sistemas políticos.
En el proceso de reconstrucción política y del poder en la década de los años veinte, el nuevo régimen puso su permanencia y legitimidad en los procesos electorales, para ello desplegó todo un modelo estructural para garantizar las elecciones, así como una política clientelar para motivar a la sociedad a votar.
Los incentivos fueron los derechos laborales, el reparto de la tierra y la pertenencia a la estructura partidaria o gubernamental. Este esquema incorporó a amplios sectores de la sociedad con el régimen y sus estructuras partidarias.
El medio para conectar a una sociedad precaria con el régimen y sus procesos electorales son los operadores políticos, quienes desde el siglo pasado son los que construyen los núcleos duros de votación para sus partidos políticos.
Los operadores políticos no solo promueven la votación, sino que organizan toda una estructura de ciudadanos con la finalidad de vigilar el voto dentro de las casillas electorales, y votar a un partido (candidato) en determinada elección; para ello pone a su disposición toda una infraestructura de movilización que cuenta con transporte, apoyo económico y liderazgos.
Esos actores construyen toda una estructura más precisa que la de la autoridad electoral. Sus características son eficacia, oportunidad, y capacidad. Su conocimiento en materia electoral les permite interactuar en la línea de legalidad y la ilegalidad en materia electoral.
Desde los años noventa los operadores políticos o técnicos electorales rompieron su dependencia con el sistema y sus dinámicas informales que los mantenían en tercera o cierta línea y decidieron disputar las vías de acceso al poder a los actores de primera línea (tecnócratas y aristocracia política).
Nota. En los años recientes varios operadores políticos accedieron al poder, como Rogelio Montemayor, Rubén Moreira, José Murat, Fidel Herrera, Mario Marín Torres y Ricardo Monreal.
Imagen Zacatecas – José de Jesús Vela Cordero