Las necedades económicas de los candidatos

Si cualquiera de los candidatos fuera ya presidente de la República y en verdad quiera cumplir algunas de sus promesas económicas de campaña, el país ya estaría en crisis, el tipo de cambio se habría desbocado y las calificadoras habrían desplomado la calificación de México. El problema es que todos los candidatos solo proponen gastar … Leer más

Si cualquiera de los candidatos fuera ya presidente de la República y en verdad quiera cumplir algunas de sus promesas económicas de campaña, el país ya estaría en crisis, el tipo de cambio se habría desbocado y las calificadoras habrían desplomado la calificación de México.

El problema es que todos los candidatos solo proponen gastar y gastar o reducir los ingresos públicos.

Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador, el más “gastalón” de todos propone otorgar una beca de 2 mil 300 pesos mensuales a 300 mil universitarios de bajos recursos, lo cual en el año representa un gasto de 8 mil 640 millones de pesos; pero también propone contratar a 2 millones 300 mil jóvenes y pagarles 3 mil 600 pesos mensuales con lo cual gastaría 99 mil 360 millones de pesos anuales.

No hay forma de que haga recortes presupuestales suficientes para que el presupuesto público tenga esas partidas. Ni siquiera si él y todo su gabinete hasta niveles de director se bajaran el sueldo a cero.

Si a estas propuestas se le suman las de aumentar el salario de la burocracia media y baja a partir de 2019, modernizar seis refinerías, por cierto, terminando de modernizarse y arrancar dos más, pues no hay dinero que alcance.

Ricardo Anaya también quiere gastar en una propuesta para otorgar pensión universal a todos los mexicanos solo por el hecho de ser mexicanos. El gasto es monstruoso. Una pensión de mil pesos mensuales a 120 millones de habitantes es tanto como 1.4 billones de pesos al año, el 20% del presupuesto.

Anaya dice que es una propuesta avalada por el premio nobel de economía Milton Friedman, lo cual es mentira.

En su obra Libre para Decidir, Friedman propone un ISR negativo como un camino de transición para el ciudadano pase de la pobreza a sostenerse por sí mismo y, al mismo tiempo, que se eliminen los programas asistencialistas y la burocracia que se hace cargo de ellos.

José Antonio Meade también propone gastar más, probablemente más que AMLO y Anaya, ya que propone un Registro Nacional de las Necesidades de Cada Persona.

¿Y qué supone que le van a pedir? ¿Trabajo y obligaciones?

Claro que no. Primero, dinero para todas las necesidades del momento. Págueme la luz de mi casa, págueme el agua, págueme las medicinas de mi mamá, págueme la graduación de mi hijo y los XV años de mi hija y de ahí para arriba.

Es decir, el corazón de las propuestas económicas de los candidatos de gastar más y ninguno se ha atrevido, porque perdería la elección, a hacer propuestas para aumentar los ingresos y fortalecer las finanzas públicas porque supondría un aumento de impuestos, lo que sin duda sería indispensable hacer.

Hasta ahora la realidad es que solo se escuchan ocurrencias que endulcen el oído de los votantes. Nada que pueda ser tomado con seriedad porque solo se trata de que el ciudadano elija a aquel cuyas promesas están más cerca de crear en México un paraíso terrenal.

Hasta el próximo lunes y mientras n deje de seguirme en mi página de Facebook Perspectivas de Luis Enrique Mercado.

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado