Impunidad de los corruptos

El principal motor de la corrupción es la impunidad de los corruptos. Cualquier servidor público, haga lo que haga, en realidad no le pasa nada más allá de un dizque castigo que lo inhabilita para trabajar en el servicio público durante un tiempo equis. Tanta impunidad hay, que en los últimos 60 años sólo seis gobernadores … Leer más

El principal motor de la corrupción es la impunidad de los corruptos. Cualquier servidor público, haga lo que haga, en realidad no le pasa nada más allá de un dizque castigo que lo inhabilita para trabajar en el servicio público durante un tiempo equis.

Tanta impunidad hay, que en los últimos 60 años sólo seis gobernadores están en la cárcel: Mario Villanueva, narco gobernador de Quintana Roo en los tiempos de Ernesto Zedillo; Armando Reynoso, de Aguascalientes, quien ha entrado y salido de prisión y que es el único que tiene sentencia firme;  Roberto Borge, de Quintana Roo; Guillermo Padrés, de Sonora; Andrés Granier, de Tabasco y Javier Duarte, de Veracruz.

¿Eso quiere decir que todos los demás fueron honrados?  Más bien han sido impunes, junto con los miles de funcionarios cúpulas y de medio pelo que le han metido la mano al presupuesto.

El castigo más común para los corruptos es la inhabilitación para trabajar en el sector público. Pero eso que importa si con lo que se robaron no tienen necesidad de trabajar.

En Zacatecas también las inhabilitaciones están como espadas sobre la cabeza de ocho o diez funcionarios públicos. Ese será su único castigo.

Es tanto como darles un manazo y pedirles que se porten bien. ¿Alguien le tiene miedo a la inhabilitación y por eso se portará bien? Creo que nadie.

 

Es hacerle al tonto, seguir dejando impunes a ladrones e ineficientes que causan severo daño a las finanzas públicas y al funcionamiento del gobierno. 

Hasta el lunes.

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado