Es la corrupción, no la economía

En no pocas elecciones presidenciales la economía ha sido el tema que más interesa a los votantes; pero en esta ocasión es claro  que la corrupción es lo que más quieren escuchar los electores en el lenguaje de los candidatos. No importa si ahora la inflación es la más elevada de los últimos 15 años … Leer más

En no pocas elecciones presidenciales la economía ha sido el tema que más interesa a los votantes; pero en esta ocasión es claro  que la corrupción es lo que más quieren escuchar los electores en el lenguaje de los candidatos.

No importa si ahora la inflación es la más elevada de los últimos 15 años o si el crecimiento es tan raquítico como en las últimas cuatro décadas, ya que el tema dominante será el de la corrupción y todo indica que los ciudadanos tomarán su decisión de acuerdo con la percepción que tengan de cada uno de los candidatos y su partido.

El PRI percibió esto y por eso decidió lanzar a José Antonio Meade, quien con su halo de ciudadano no ligado al tricolor y su fama pública de gente de bien es quien más posibilidades de éxito tendría. Esas “virtudes” no las tiene, por ejemplo, Miguel Osorio Chong y por eso se quedó en la banca.

En el caso del PAN, Ricardo Anaya insiste en su mensaje en que “el PRI corrupto debe irse” aunque él mismo sea visto por los ciudadanos  como alguien que no es honrado luego de que ha sido señalado como un hombre con una fortuna de orígenes no muy claros.

Andrés Manuel López Obrador ha logrado convertirse entre el paladín de la honestidad. La opinión publica lo percibe como honesto a pesar de que cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México reservó por 20 años la información sobre el manejo de los dineros en el tramo del segundo piso del periférico  y pese a que en las últimas dos décadas no se sabe de qué ha vivido.

A pesar de ello, como no tiene propiedades, ni vehículos y se viste en forma modesta, la opinión pública lo califica como un hombre honesto y lo tiene arriba en las encuestas.

En esta  elección no causa efecto si uno es muy populista, López Obrador o el otro, Meade representa el pensamiento moderno y liberal en materia económica. Esa no es la discusión. AMLO puede seguir prometiendo todas las barbaridades en materia económica mientras siga siendo visto como el honesto.

Hoy por hoy, en este momento, el Chihuahuagate está en el centro de la elección. Si el tema se mantiene vigente determinará quién gana.

El que Meade se haya metido al tema para defender a los priistas fue tanto como un salto al vacío; el que Manlio Fabio Beltrones y Luis Videgaray sean los protagonistas de ese escándalo pega en la línea de flotación de José Antonio Meade, quien puede prometer que bajará la inflación, que no hará tonterías económicas, que no es populista.

Esa no es la discusión.

Debe parecer honesto, debe prometer que castigará a los corruptos, debe alejarse los corruptos priistas o perderá la elección.

Y en la medida que Anaya defienda su honestidad y cargue toda la corrupción al priismo ganara puntos y será el que sea la alternativa para quienes AMLO no les guste aunque se honesto.

Hasta el próximo lunes y mientras, no deje de seguirme en mi página de Facebook Perspectivas de Luis Enrique Mercado.

Imagen Zacatecas – Luis Enrique Mercado