El México de hoy

Hoy nuestro país, nuestro estado y sociedad se encuentran en una etapa de transformación, los recientes acontecimiento de carácter político y social han venido a sacudir la vida de los mexicanos, aunque parece que estos no han sido suficiente para llamar nuestra atención y reflexión. Los mexicanos estamos siendo testigos indiferentes de acontecimientos que pueden … Leer más

Hoy nuestro país, nuestro estado y sociedad se encuentran en una etapa de transformación, los recientes acontecimiento de carácter político y social han venido a sacudir la vida de los mexicanos, aunque parece que estos no han sido suficiente para llamar nuestra atención y reflexión.

Los mexicanos estamos siendo testigos indiferentes de acontecimientos que pueden marcar un nuevo rumbo para nuestra nación, se nos presentan una serie de oportunidades que pudiéramos aprovechar para transformar cosas de las que constantemente muchos de nosotros nos quejamos pero que seguimos sin hacer algo por cambiarlas.

Como joven me duele ver una sociedad sumida en el hartazgo y conformismo, donde el individualismo y la practicidad de la vida han definido nuestra actitud personal y colectiva, estamos obligados a olvidarnos de nuestros ideales y valores a cambio de un poco de comodidad presente.

Nuestros gobernantes y representantes han demostrado que la opinión de la sociedad no les importa, han dejado de representar y preocuparse por las necesidades sociales; con las diferentes reformas estructurales que ha presentado el gobierno federal ha quedado latente que es mejor y más fácil imponer que considerar opiniones y construir acuerdos, es más fácil reprimir que dialogar, ignorar que escuchar.

Cada día a los trabajadores, campesinos, jóvenes y maestros nos dan más motivos para salir a la calle a protestar y a exigir respeto por sus derechos y atención a sus demandas, aunque difícilmente puedan ser atendidas.

Desafortunadamente el verdadero problema creo que reside en la indiferencia de la misma sociedad, ¿A que puede aspirar una sociedad cuando repudia la protesta de los maestros que educan a sus hijos o cuando se recrimina a los jóvenes que representan el presente y futuro de nuestro país?

Hoy los mexicanos parece que tenemos más miedo que nunca, además de la difícil situación de violencia e inseguridad, tenemos que permanecer ocultos y callados por miedo a la represión y al castigo social o laboral; la inconformidad representa perder un trabajo o sacrificar la posibilidad de alguna oportunidad.

La indiferencia y desinterés nos ha llevado a ignorar los verdaderos problemas de México, a olvidarnos de la solidaridad y la cooperación, obligándonos a buscar nuestro beneficio a costa de los demás.

La lucha que realiza hoy un amplio sector de la sociedad, ya sean maestros o jóvenes, es una lucha que debería de ser de todos, no podemos seguir siendo víctimas de nuestra propia ignorancia, no podemos conformarnos con una realidad que está lejos de ser alentadora y resulta imposible defender acciones gubernamentales que no responden a nuestras verdaderas necesidades.

Es nuestro derecho y responsabilidad aspirar y luchar por un mejor futuro, así como lo hicieron nuestros abuelos y padres para hoy poder disfrutar de muchas cosas que en aquel momento no existían, o ¿acaso el camino por el cual vamos hoy nos llevará a un futuro más prometedor?

Joven zacateca

Imagen Zacatecas – José Luis Guardado Tiscareño