El Maestro y Punto Final

Supe de Manuel Felguérez cuando se inauguró su museo, algunas pláticas me dieron el norte y varias notas periodísticas ampliaron las referencias, aún no eso no sabía más del Maestro, sólo que zacatecano y reconocido pintor- escultor “moderno”, que donó su obra para un museo donde había sido seminario y cárcel. Poco después visitamos el … Leer más

Supe de Manuel Felguérez cuando se inauguró su museo, algunas pláticas me dieron el norte y varias notas periodísticas ampliaron las referencias, aún no eso no sabía más del Maestro, sólo que zacatecano y reconocido pintor- escultor “moderno”, que donó su obra para un museo donde había sido seminario y cárcel.

Poco después visitamos el museo y aprendí que: “no era modernsimo sino expresionismo abstracto, que fue parte de la generación de la ruptura, llamada por las novedades estéticas que se contraponían a las de la escuela mexicana de pintura que entonces predominaba”.

Algunas referencias posteriores ampliaron la concepción e idea que tenía del Maestro y su obra hasta que, a principios de 2008 Miguel Ángel Yunes visitó Zacatecas como director del ISSSTE, entonces yo trabajaba en el instituto y por desconocida razón el entonces delegado confió en mí para guiar al Director en recorrido por el museo Felguérez.

La distinción de mi jefe y el enorme interés que Yunes tenía por visitar el museo y los murales de Osaka me motivaron a estudiar más a fondo la vida y obra de Manuel Felguérez, confieso que fue hasta entonces que tuve claridad sobre la trascendencia del Maestro en la plástica internacional; algunas críticas a su obra me hicieron valorarla en su justa dimensión y comprenderla un poco más.

A partir de ese momento me volví fan de Felguérez, los reconocimientos y exposición de su obra en espacios públicos y privados no hacían más que incrementar mi admiración y emoción; por cuestiones laborales pude estar tan cerca del Maestro como los saludos de cortesía lo permitían.

Por  los felices azares de la vida hace unos días tuve oportunidad de convivir más de cerca, sin prisas y en varios momentos con Manuel Felguérez, la imagen que tenía de él cambió radicalmente.

Descubrí un don de gente a la altura de su genialidad artística; sencillo en extremo, sin pose alguna, capaz de ganarse la confianza o sincerarse con los ajenos en minutos, de emocionarse con detalles mínimos y con una generosidad de doble valía por su discreción.

El lunes el Maestro cumplió 88 años y con toda sinceridad deseo larga vida al artísta pero sobre todo al excepcional ser humano.

Punto Final
Mucho éxito a mi paisano Benjamín Contreras por la 4ta semana de cine documental.

Imagen Zacatecas – Pablo Torres Corpus