?Comida basura 

No cabe duda que la evolución positiva de la especie humana proviene en gran medida de la calidad de la alimentación que históricamente han consumido los seres humanos, sin embargo,  hoy la colonización industrial está provocando una regresión mayúscula.  El pragmatismo y la rapidez han sustituido al deleite gustoso y la paciencia gastronómica. La celeridad … Leer más

No cabe duda que la evolución positiva de la especie humana proviene en gran medida de la calidad de la alimentación que históricamente han consumido los seres humanos, sin embargo,  hoy la colonización industrial está provocando una regresión mayúscula. 

El pragmatismo y la rapidez han sustituido al deleite gustoso y la paciencia gastronómica. La celeridad de las faenas laborales y la avidez de ganancias sirven de sustento a una retórica discursiva que privilegia el consumo de comida rápida, prometiendo así una liberación de las penosas bregas culinarias. 

Sobre todo, han sido las mujeres el objetivo primordial de esta cantaleta mediática, que al tiempo que demoniza el sartén y la estufa, vacía de elementos nutricionales todo aquello que procesa a escala planetaria. En lugar de atacar frontalmente la anticultura machista, donde la cocina se considera el destino natural de las mujeres, la industria prefiere crear una oposición fantasmágorica: peroles versus comida rápida. 

Transformar ficticiamente el arte gastronómico en una pesada carga, ha sido una estrategia comunicativa exitosa, pero con un costo social enorme. Como señala Michael Pollan, en un capítulo de su extraordinaria serie televisiva Cooked, dejar en manos de la industria nuestra alimentación es uno de los errores más graves que hemos cometido; perdimos el control de la calidad de los productos con los que elaboramos nuestra dieta cotidiana. Nadie tiene en sus alacenas jarabe de fructuosa, espesantes E464, estabilizantes E400, gelinizantes E407, grasas hidrogenizadas, entre otros productos galácticos de la era militarista.

A los panes fabriles se les ha quitado la parte nutritiva de los granos. Frecuentemente, el ganado es alimentado con harinas animales contradictorias con la naturaleza de su especie. El mal de las vacas locas tuvo su origen en esta manipulación indecente de la nutrición. En México continúan usándose productos agroquímicos tóxicos que hoy están prohibidos en Estados Unidos y Europa. 

La malnutrición, la obesidad y las enfermedades asociadas nos tienen al borde del colapso sanitario. Todo por aceptar que cocinar es una actividad engorrosa.
 

Imagen Zacatecas – Miguel G. Ochoa Santos