Imparable, el Zacatecano por América

Después de cuatro meses de salir de Fresnillo para iniciar con su sueño: recorrer el continente americano desde la Bahía de Prudhoe, Alaska, hasta Ushuaia, Argentina, en Bicicleta, el profe Víctor Manuel Nava retornó a su tierra.  El sábado salió desde temprano de Río Grande, lo acompañaron ciclistas de Fresnillo y Río Grande.  En el … Leer más

Después de cuatro meses de salir de Fresnillo para iniciar con su sueño: recorrer el continente americano desde la Bahía de Prudhoe, Alaska, hasta Ushuaia, Argentina, en Bicicleta, el profe Víctor Manuel Nava retornó a su tierra. 

El sábado salió desde temprano de Río Grande, lo acompañaron ciclistas de Fresnillo y Río Grande. 

En el camino, cerca del entronque a Las Palmas, encontraron a Clara Carvallo, ciclista parisina, que salió desde Alaska y viaja con destino a Colombia, ella también se sumó al contingente. 

El recorrido inició a las 9 de la mañana y arribaron a El Mineral después de las 2 de la tarde. 

En el Monumento a la Bandera, su familia y algunos otros fresnillenses lo esperaban para darle la bienvenida. 

Charros lazando fueron los primero en ofrecer sus talentos al Zacatecano por América. 
A su arribo al espacio público, la Banda Sinfónica Santa Cecilia entonó La Marcha de Zacatecas y Fresnillo Lindo. 

Porras, gritos, aplausos, emoción y alegría se hicieron presentes entre los asistentes, pues vieron con orgullo como día a día el profe Nava se acerca más a su objetivo. 

La esposa de Nava Quiñones y sus padres fueron invitados de honor en el presidium. 
Mientras que el viajero no dejaba de abrazar a sus hijos, sobrinos y nietos. 

El municipio le organizó un sencillo programa como bienvenida, que el ciclista agradeció. 
Fue recibido por la regidora Geovana Cabrera y por el titular de Deportes, Javier Aviña. 

La edil le manifestó su admiración por poner en alto el nombre de Fresnillo y ser fiel a sus ideales y convicciones. 

El profe agradeció el apoyo de su esposa y de sus padres y sobre todo de su hijo Tony por ser su principal durante la travesía. 

Reconoció que el camino no ha sido fácil, pues en Alaska tuvo problemas con su equipo y su hijo fue en auto a buscarlo para apoyarlo con su carga y llevarle otra bicicleta y ahora es él quien se ha convertido en su ángel de la guarda, pues va atrás de él cuidándolo. 

También recordó las aventuras que sufrió al encontrarse con osos negros, bufalos, alces, caribues, venados y cabras y los maravillosos escenarios naturales que han nutrido su experiencia. 

Además reconoció que el haber encontrado a otros ciclistas  en el camino fue una buena experiencia y le ayudan  a seguir adelante. 

Para costear este viaje, que espera termine en siete meses, el Zacatecano por América y su familia venden playeras a un costo de 100 pesos.

De no encontrar los recursos que necesita está en riesgo de que su sueño quede truncado. 
Las prendas se pueden adquirir en el restaurante Mi Refugio. 

 

Imagen Zacatecas – Gema Gallegos




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