Viajeros de fe; atraviesan el país por amor a la Virgen

ZACATECAS.- En bicicleta, cansados, pero con gran fe y un uniforme bendito, un grupo de seis ciclistas arribó la tarde del sábado a Plateros para escuchar misa, cumplir su manda y agradecer al Santo Niñito los favores recibidos. El Santuario de Plateros es solo uno de los puntos que los jóvenes de 17 a 22 … Leer más

ZACATECAS.- En bicicleta, cansados, pero con gran fe y un uniforme bendito, un grupo de seis ciclistas arribó la tarde del sábado a Plateros para escuchar misa, cumplir su manda y agradecer al Santo Niñito los favores recibidos.

El Santuario de Plateros es solo uno de los puntos que los jóvenes de 17 a 22 años recorren en cumplimiento a la promesa que le hicieron a la Virgen de Guadalupe.

“Con la fe salimos y con ella regresamos”, dice Jesús Gamboa, originario de Playa de Carmen; salió de su casa en bicicleta desde el 15 de septiembre para visitar los principales templos marianos del país y no verá nuevamente a sus seres queridos hasta el 12 de diciembre.

A pocos días se reunió con Ángel Ricardo, de Tulúm, Quintana Roo; Carlos Cupal, de Chemax, Yucatán; Jhovani Madera, de Seyé, Yucatán y Martín Max Xool, oriundo de Santa Cruz, Hkan, Campeche; quienes ya lo esperaban para hacer juntos la travesía. En tanto que Gonzalo Balám, de Sotuta Yucatán; haría la quinta promesa solo, pero se enteró mediante Facebook que los muchachos visitarían los mismos lugares, por lo que se les sumó y se reunieron en casa de Martín.   

Durante todo el año, los creyentes realizaron ahorros para poder salir a recorrer el país; en ocasiones comen gracias a la ayuda de los pobladores, pero otras veces como la madrugada del sábado en Zacatecas duermen en la calle, protegidos del gélido clima solo con una cobija y en otras ocasiones sin probar bocado.

Su primer destino fue Juquila, Oaxaca en donde mostraron su devoción por Nuestra Señora Inmaculada de Juquila; después siguieron su camino a Xicotepec, Puebla, donde se postraron ante la imagen más grande de la Virgen de Guadalupe en Latinoamérica; su camino siguió con rumbo a Jalisco, esta vez la visita correspondió a la Virgen de San Juan de los Lagos, desde donde se trasladaron a San José de Gracia en Aguascalientes en donde veneraron al Cristo Roto y el sábado a la 1 de la mañana arribaron a Zacatecas donde descansaron, para luego continuar con su viaje y llegar al Santuario de Plateros.

Para Jesús y Martín es la segunda vez que hacen el recorrido y que visitan la Tierra de la Fe y los Milagros. Al igual que Gonzalo, pero este año agregaron más promesas: ir a ver a la Virgen de Zapopan y llegar hasta Monterrey.

Este domingo partirán con destino a San Nicolás de los Garza, en Monterrey para ofrecer su fe en la capilla de la Santísima Trinidad; después viajarán nuevamente a Jalisco, pero esta vez a Zapopán, luego irán a Chalma y finalmente a la catedral de la Virgen de Guadalupe, para luego regresar a sus hogares el 12 de diciembre, para esa fecha habrán recorrido ya cerca de 10 mil kilómetros en bicicleta.  

Durante sus 3 mil 900 kilómetros recorridos, los guadalupanos han experimentado desde la solidaridad de los mexicanos, hasta las burlas de quienes no comparten su fe.

Durante todo el trayecto, los muchachos usan la misma ropa porque la tradición manda que con la ropa que salen es con la ropa que llegan, además de que está bendita y si la lavan se le quita, por lo que aunque se bañen el uniforme está sucio, situación que se ha prestado a que los humillen y les griten que se bañen. “De que nos bañamos nos bañamos, pero la ropa no nos podemos quitar” dice Martín.

Otro de los problemas que enfrentan estos creyentes es que quienes no comparten su devoción se burlan de ellos y los humillan, unos más tratan de sacarlos de la carretera.

En San Juan de los Lagos, mientras viajaban con destino a Zacatecas, Carlos Cupal, el más joven del grupo, con apenas 17 años, fue bañado en cerveza por otros muchachos de su misma edad, quienes se burlaron de su fe en la virgen de Guadalupe.

Estas ofensas, aseguran, prefieren ignorarlas “los tomamos a locos; es más fuerte nuestra fe”, aseguran todos.

“Nuestra fe en la Virgen de Guadalupe es muy grande”, reafirma Jesús, pues por ella soportan temperaturas muy bajas que para ellos es insoportable y viajan solo con una cobija, cepillo de dientes, champú y artículos de limpieza, además de una playera extra por si llueve y tienen que cambiarse; en su mochila o caja no hay chamarras o algún aditamento que les haga más fácil o llevadero su andar, pues sus bicicletas son viejas y muy pesadas.

El grupo manifestó su emoción de visitar al Santo Niño de Atocha y la Virgen en sus diferentes advocaciones.  

Imagen Zacatecas – Gema Gallegos