Las entrañas de la parroquia revelan la historia de Jerez

JEREZ.- Debido al hallazgo de osamentas en la parroquia de la Inmaculada Concepción, hay un receso en los trabajos de rehabilitación, ya que se espera la llegada de arqueólogos y antropólogos para la clasificación y el tratado de dichos restos.

 Autoridades Civiles y eclesiásticas realizaron un recorrido por la el lugar  para conocer el avance y “apoyar con las gestiones pertinentes”, dijo Fernando Uc, presidente municipal.

En torno a las columnas de la nave principal se retiró el piso y debajo de él se localizaron los restos de los antiguos pobladores.

Cabe destacar que en ese tiempo, hombres, mujeres y niños eran sepultados dentro de los templos.

Dicha práctica se realizó desde 1573 hasta 1820, por lo que se desconoce cuántos restos existan en este espacios y de muchos de ellos nunca se conocerá el nombre, pese a que del sitio donde fueron encontrados indica que se trataba de personas con una importante posición social.

El párroco, Jorge Santillán, dijo que existe un libro, pero éste sólo cuenta con el registro más reciente, ya que en la antigüedad no se llevaba un control de defunciones.

 Los restos tendrán que ser clasificados por los  especialistas y la mayoría se quedarán en el lugar donde fueron encontrados, mientras que aquellos que serán retirados para instalar las vigas o soportes serán colocados en un osario dentro del mismo templo, pues por su antigüedad son propiedad de la nación.

Historia

El historiador Luis Miguel Berúmen Félix en entrevista exclusiva para Imagen detalló que en 1573 se erigió canónicamente el cuarto de  la Villa de Xerez de la Frontera, hoy Jerez de García Salinas,  como Parroquia de San Idelfonso, esto  con el aval del Papa Gregorio XIII.

Explicó que tiene el antecedente que de que la Parroquia de la Inmaculada Concepción fue en sus inicios un pequeño templo que fue modificado o construido y reconstruido en 1728 y se concluyó en 1754. 

El historiador considera que desde sus inicios fue el lugar en donde  se sepultaban los cuerpos de los católicos;  los de mayor posición económica pedían que sus restos se colocaran frente a un altar en específico o en determinada capilla.

Mientras que los de menor posición económica eran enterrados en el atrio o en las aceras del templo, hecho que se pudo corroborar cuando se realizó una remodelación en la calle lateral del templo y se localizaron algunos sepulcros.

Los cuerpos

 Entre las personas que yacen bajo los altares y en el piso de la parroquia, según los registros a los que accedió de Berúmen Félix, están: Ana de Aro, quien falleció el 22 de marzo de 1716, casada con el alférez  (grado militar español) Diego de la Torre y Gamboa.

 Además de los restos del escribano público y notario del Santo Oficio de la Inquisición Miguel Álvarez de Quiñonez, fallecido el 21 de mayo de 1716 y Osepha Sánchez casada con Joseph Sánchez Castellanos, acaecida en 1724.

También se encuentran los restos de la doncella española Rita Félix Arellano, quien falleció el 30 de abril de 1727, ella era hija del capitán Bartohomé Félix de Arellano. 

Otra de las personas que ahí  yace es Paula Gertrudis Tello de Orozco, española que fue casada con Joseph Carlos de Godoy que murió el 17 de marzo de 1728, pero los registros carecían de más datos, por lo que el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas  ordenó que en 1799 se ampliaran los datos, se omitieran las abreviaturas y se mejorara la ortografía.

La última sepultura

 El último entierro en la Parroquia que indican los documentos recopilados  por Berúmen Félix  dicen  textualmente “En la Santa Parroquial Yglesia de Xerez en veinte y cinco de Noviembre de mil ochocientos nueve años: Yo el Pbro. D. Manuel Sánchez, di sepultura eclesiástica con entierro bajo tierra de cuatro reales dos  al cuerpo de  María Zenón Ortiz española de más de siete años, hija legítima de Pedro Ortiz y de María de la Luz Soria”.

 Mientras que  el primer   sepulcro que se realizó fuera de los templos   fue el de Juan Juárez alias Melcocha indio viudo y sepultado por el mismo párroco.

Son siglos  en los que este templo y otros de la ciudad fueron cementerios, por lo que se desconoce qué cantidad de cuerpos se encuentren bajo sus altares y piso,  en donde permanecerán.

La obra

 El antiguo edificio dio origen a la ciudad de Jerez y se encuentra muy dañado, por lo que es urgente que se instale un andamiaje para apuntalarlo y evitar daños mayores.

Uc Jacobo consideró que  es necesario también el balanceo del inmueble, ya que el hundimiento propició que exista una inclinación que le perjudica y la humedad por las lluvias le perjudica de manera significativa cada día.

Para esta etapa se contemplan 12 millones de pesos, más 2 millones de los que están esperando su autorización.

Aunque la obra asciende a 23 millones de pesos que se deberán gestionar de inmediato.

Imagen Zacatecas – Silvia Vanegas