Primos desean un milagro en la Navidad 

EL BORDO, GUADALUPE.- Las familias García Núñez y García Bravo, desde siempre han compartido el techo y la sal, aunque son primos se ven como hermanos, y así se tratan, juegan, comen, corren en el amplio patio de su casa juntos. Edith Alejandra, de 12 años, es la mayor de la dinastía, cursa el primero … Leer más

EL BORDO, GUADALUPE.- Las familias García Núñez y García Bravo, desde siempre han compartido el techo y la sal, aunque son primos se ven como hermanos, y así se tratan, juegan, comen, corren en el amplio patio de su casa juntos.

Edith Alejandra, de 12 años, es la mayor de la dinastía, cursa el primero de secundaria y por las tardes ayuda a su madre con los quehaceres del hogar también cuida a los más pequeños, tanto hermanos de sangre como primos. 

Cada Navidad es difícil que el Niño Dios les traiga regalos a todos, la familia comparte los juguetes, ya todos son viejos, rotos y hasta sin llantas, Edith Alejandra le pide al Niño Dios que esta Navidad no le traiga juguetes sino unas botas del número 3 y medio, para ir a la escuela. 

Saúl, de 9 años, quien es el segundo de la gran familia, cursa el cuarto de primaria, su vida es la escuela, ayudar en las labores del campo y jugar, al Niño Dios le pide un balón de futbol. 

Juan Adrián, de 8 años, quien está en el tercero de primaria, esta Navidad le encarga al Niño Dios ropa y unos zapatos del número 2 y medio, una bolsita de piñones y un carrito.

Fernanda Vanesa, de apenas 4 años, ya está en segundo de preescolar y le encarga al Niño Dios un patín del Diablo para jugar en el terregoso patio de su casa o una muñeca.

Yareli, de 2 años, ya corre con sus familiares en el patio y pide su espacio en los juegos de grupo, como las escondidas, la Navidad pasada no recibió regalo alguno, pero en esta su ilusión ha crecido y espera una muñeca con carriola. 

Gabriela, de 2 años, es gran amiga de su prima Yareli, juntas se pasan el día, también la próxima Navidad espera que el Niño Dios como a su prima le traiga un mono con carriola. 

Said Alejandro, de 1 año de edad espera que el Niño Dios le traiga un carrito para divertirse a lo grande. 
Brayan, de apenas 9 meses, a sugerencia de su madre quiere un carrito, para que aprenda a jugar con su primito de un año.

Imagen Zacatecas – Pedro Luna




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