Junior, Jonathan y Yahaira nunca han recibido un regalo

EL BORDO, GUADALUPE.- El pago de un jornal no alcanza para mantener una familia de tres hijos y los padres, pero las familias en el campo sobreviven comen platos de ilusiones y tacos de esperanza de cada día será mejor. 

Junior David García Rodríguez, el mayor de los hijos además de estudiar en la telesecundaria del rancho, trabaja con su padre arrancando matas de frijol a la tierra que heredaron de sus abuelitos. 

Para Junior David, la Navidad es una fecha triste, porque algunos de sus amigos disfrutan de los regalos que el Niño Dios les ha traído, y él no recibe nada, sueña con tener un balón de futbol y poder jugar con su hermanito a media calle y gritar con las fuerzas de sus entrañas el ansiado gol.

Jonathan, el mediano de la familia, estudia el cuarto año de primaria, a sus 9 años, además de su obligación escolar, como su hermano mayor también ayuda en las labores del campo. 

Para Jonathan el jugar futbol con sus amigos, aunque sea con un balón ponchado representa un momento de felicidad, y en la próxima Navidad le ha encargado al Niño Dios, un uniforme de futbol de su equipo preferido el Real Madrid, para sentirse todo un galáctico y seguir disfrutando de sus sueños despierto, sino le trae eso espera un carrito de juguete. 

Yahaira, de 7 años, la peque de la familia y la consentida, cursa el segundo de primaria, es muy sonriente y busca la atención de los demás, su vida corre como el agua, en un patio polvoroso, donde el viento mueve su pelo y le lleva ilusiones de un mejor amanecer, para Navidad espera que el Niño Dios le traiga unos trastecitos, no recuerda si alguna vez ha recibido regalos.

Imagen Zacatecas – Pedro Luna