La Escuela de Minería en Fresnillo: un experimento

Carlos López Gámez.
Carlos López Gámez.

A finales del 2001 nos enteramos de la publicación editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) con el título “Dimensión Antropológica”, en la cual se aborda un tema que captó de inmediato nuestra atención, curiosidad periodística y como autodidacta investigador, se … Leer más

A finales del 2001 nos enteramos de la publicación editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) con el título “Dimensión Antropológica”, en la cual se aborda un tema que captó de inmediato nuestra atención, curiosidad periodística y como autodidacta investigador, se refiere a la Escuela Práctica de Minería de Fresnillo.

Sobre el particular a través de los años las dispersas e incompletas fuentes de información local que se relacionen a los orígenes históricos de la población nos proporcionaban una serie de diversas versiones, en su generalidad carentes de fundamento, cuando se trataba de la Escuela Práctica de Minas y Mineralogía de esta ciudad. En su mayoría los datos causaban confusión; poco se aportaba.

El interés manifiesto por investigadores, evidentemente de la comunidad para conocer con más precisión y credibilidad todo lo que tenga relación con los orígenes de sus edificios emblemáticos dentro del contexto histórico y cultural de la comunidad, obligada a continuar con las pesquisas necesarias y a raíz de la entrega y perseverancia de los historiadores se supo más delante de otros aspectos vinculados con el majestuoso y abandonado edificio.

Nuestros lectores por fortuna ya saben más de la historia del inmueble que desde el año de 1980 se le conoce también como Centro Cultural AGORA González Echeverría.

Sin embargo, lo escrito por Eduardo Flores Clair en la edición citada nos aporta lo que desconocíamos de la antigua escuela de minería y hospicio y con agrado lo compartimos con usted.

Resulta que fue consecuencia de un “experimento educativo”. Lo anterior nos da la razón tomando en cuenta el poco tiempo en funciones y después la indiferencia oficial que lo condenó a impensados usos hasta convertirse en un montón de ruinas hasta su rescate en 1980. Sin embargo, su futuro y uso no está clarificado no se sabe qué suerte le depara el destino según las decisiones u ocurrencias de los gobiernos en turno.

Entonces retomamos lo que el artículo registra en sus primeros párrafos, en donde se subraya que fue “un experimento educativo”. Dejamos a un lado las apreciaciones de historiadores oficialistas que la obra fue gracias a un gobernante.

El Real Seminario de Minería fue creado para apoyar el desarrollo tecnológico y la investigación de las ciencias aplicadas en diversos ámbitos. El plan de estudios comprendía cuatro años de enseñanza teórica y una práctica de campo de dos años más. De acuerdo a lo estipulado por el reglamento, después de concluir los cursos teóricos, los estudiantes se instalaban durante dos años en uno de los reales mineros.

Ahí quedaban adscritos a las diputaciones de minería locales, las cuales tenían la obligación de cuidar y familiarizar a los jóvenes en las labores mineras. Durante ese tiempo los estudiantes preparaban un reporte detallado sobre sus experiencias. El escrito, una tesis en sentido moderno, debía contemplar las deficiencias en la explotación y beneficio de los minerales, así como las técnicas y métodos para corregirlos.

Resulta que los nuevos conocimientos abrieron espacio para impulsar las técnicas productivas que estaban más acordes con el desarrollo minero de los países europeos. Por ese motivo, el seminario se convirtió en un arma contra ciertos procesos de trabajo obsoletos, que provocaban un aumento considerable en los costos de producción.

Lo descrito en el tema explica con claridad todo lo que implicaba el proyecto del experimento, en el cual se analiza por expertos los alcances y limitaciones del mismo.

La instalación de la Escuela Práctica de Minas en Fresnillo data de 1853, la obra se acomete por decreto firmado por Antonio López de Santa Anna como presidente de la República.

Desde su etapa inicial, el experimento vino a rebasar toda expectativa y se demostró, de acuerdo a los resultados técnicos y prácticos que superaban en un elevado porcentaje lo que se obtenía en materia de explotación y beneficio de mineral con sistemas antiguos.

El experimento también contemplaba otro de los esfuerzos encaminados a la educación para el trabajo en el México independiente y se incluye en el Reglamento General de Instrucción Pública que a la vez promovía la apertura de las Universidades de Provincia, las cuales se pensaba establecer en ciudades como Puebla, Querétaro, Mérida, Villahermosa, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua y Durango.

En el escrito se habla de excelentes propósitos de impulsar la educación superior en todo el país, incluso se hizo realidad la construcción de la Escuela en Fresnillo.

Sobre el particular consideramos que en el sistema de gobierno de este país siempre hay hombres con propósitos de superación constante en todos órdenes, desgraciadamente la realidad nos dice otra cosa: cualquier intento para superarse son destruidos totalmente por nefastos gobernantes.

Para mayor información del tema acuda a la Biblioteca de Amigos de Fresnillo (Centro Histórico).




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