Escuelas del IPN en Fresnillo

Carlos López Gámez.
Carlos López Gámez.

Los fresnillenses siempre se han caracterizado por su inquebrantable espíritu de lucha cuando se buscan mejores derroteros para beneficio de la comunidad, y más aún cuando se trata de alcanzar niveles educativos superiores a los comunes. La sociedad minera siempre se ha destacado en cualquier época. De ello abundan testimonios. En el mes de mayo … Leer más

Los fresnillenses siempre se han caracterizado por su inquebrantable espíritu de lucha cuando se buscan mejores derroteros para beneficio de la comunidad, y más aún cuando se trata de alcanzar niveles educativos superiores a los comunes. La sociedad minera siempre se ha destacado en cualquier época. De ello abundan testimonios.

En el mes de mayo de 1948, Fresnillo fue sede para celebrar el Consejo de Estudiantes Técnicos, en el pleno surgió una inquietud que se transforma en clamor que a la vez obtiene el respaldo de la comunidad para que esta ciudad tuviera una escuela vocacional dependiente del Instituto Politécnico Nacional. Las autoridades municipales y la sociedad se sumaron a la iniciativa de los estudiantes.

Consecuencia del entusiasmo desbordado surgieron de inmediato los ineludibles compromisos, por ejemplo: se logra ante la Secretaría de Educación Pública (SEP) y mediante gestiones respectivas el necesario apoyo.

El Municipio ofrece el edificio del antiguo Hospicio (Ágora), para que en él se impartieran las materias requeridas. De parte del IPN arribaron funcionarios para realizar el estudio correspondiente y emitir el requerido dictamen técnico.

En ese tiempo realizaba en la entidad una gira de trabajo del presidente Miguel Alemán, al cual se le solicita su apoyo luego de informarle de las aspiraciones de los estudiantes y se logra una aportación de 50 mil pesos. Lo anterior imprime un impresionante ritmo en las gestiones ante las instancias correspondientes, llegando incluso a formar la plantilla de maestros y directiva de la institución en perspectiva. Se fijó el inicio de clases a partir del primer día de 1950.

En febrero de 1949 se distribuyen en toda la población y región volantes en los cuales se difunde la iniciativa y logros alcanzados.

El contenido versa de la siguiente manera: La Secretaría de Educación Pública (sello), el Instituto Politécnico Nacional y la Escuela Vocacional. La Enseñanza Técnica es la base para el desarrollo Industrial y Económico de México. Atenta exhortación al pueblo de Fresnillo. “Deseamos hacer del conocimiento de todas las fuerzas vivas de esta ciudad que por acuerdo de la Secretaria de Educación Pública, funcionará en este centro Minero tres Escuelas Superiores Vocacionales, adscritas al Instituto Politécnico Nacional, que son las siguientes: Ciencias Medico Biológicas, Ingeniería Mecánica y Eléctrica y Químico Farmacéutico”.

La respuesta ante la magnitud del anuncio fue favorable, la comunidad siempre respalda y lo sigue haciendo hasta nuestros días, todo aquello que pudiera significar desarrollo y beneficios para el pueblo. Se hacía alusión a la cristalización de anhelos y de elevar el nivel cultural de Fresnillo, todo ello como efecto inmediato a la creación de la vocacional.

Se resaltaba además: “Este triunfo ha sido posible gracias al esfuerzo y colaboración espontánea de los más distinguidos profesionistas de esta ciudad”. Se informaba además, que la inscripción había quedado abierta en la Dirección de la Escuela Secundaria “Benito Juárez”. Requisitos para ingresar de acuerdo a la disposición del IPN eran: certificado de enseñanza secundaria o pre vocacional; certificado de buena conducta, cinco retratos tamaño credencial; la cuota de inscripción era de 10 pesos.

Se procedió además a la designación de catedráticos y materias, en su mayoría eran profesionistas fresnillenses. La dirección de la vocacional sería el profesor Ernesto de la Fuente J. y el presidente del Consejo Técnico, el químico Antonio Rubio Lira.

Como corolario a este testimonio se informaba de la ceremonia inaugural de cursos mediante un festival de carácter literario-musical que tuvo verificativo el sábado 19 de febrero de 1949 en el Club Deportivo Nacional a las 21 horas. En la misma ceremonia se presentó al personal docente de la naciente institución.

A 70 años de lo ocurrido en este mineral referente a dotar a la comunidad estudiantil de instituciones de enseñanza superior, los fresnillenses mantienen inalterable sus deseos de tener instituciones de primer nivel académico. No ha variado en lo absoluto su forma de ser y se mantiene siempre en pie de lucha. De ello también abundan testimonios.

Con relación a las tres escuelas del IPN en Fresnillo como ha ocurrido en toda la historia del mineral, cuando se cree que se alcanzan los anhelados objetivos de superación brota de inmediato el caudal de intereses de otra naturaleza; generalmente políticos. Predominan los criterios y caprichos de los caciquillos.

El proyecto en cuestión a un paso de convertirse en realidad, que seguramente a estas alturas estuviéramos escribiendo otra historia, pues se convirtió en humo. Se desvaneció por completo. Otra vez aparecieron los que no permiten que Fresnillo alcance su desarrollo a otros parámetros. Una vez más la comunidad se quedó a un paso de escribir otras páginas de esfuerzos, de aspiraciones y logros.

Sin embargo, los tiempos están cambiando no como quisiéramos, pero Fresnillo sigue en pie de lucha.




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