Una década sin la Real Sociedad de Zacatecas

El Estadio Francisco Villa luce por estos días un aspecto terriblemente melancólico y los enormes espacios de cemento parecen ser solo huellas de la batalla de lo que un día fueron tardes épicas de futbol y espectáculo. Han pasado ya 10 años desde que en una noche fría de viernes, la Real Sociedad de Zacatecas … Leer más

El Estadio Francisco Villa luce por estos días un aspecto terriblemente melancólico y los enormes espacios de cemento parecen ser solo huellas de la batalla de lo que un día fueron tardes épicas de futbol y espectáculo.

Han pasado ya 10 años desde que en una noche fría de viernes, la Real Sociedad de Zacatecas disputará su último encuentro como local ante el Tapatío, filial de las Chivas.

El cambio de rumbo en el manejo de los equipos deportivos por parte de Grupo Modelo y la falta de apoyo del entonces gobierno estatal terminaron con una historia que comenzaba a darle arraigo al balompié en Zacatecas.

Hoy nada de eso queda, algunos días me he visto sorprendido al ver a personas que aún conservan camisetas del club, ya sea las del juego o playeras que en aquella época se vendían en grandes cantidades.

Los numerosos equipos que han intentado llenar su lugar solamente han traído fracasos y sinsabores a un público que se acostumbro a ver el futbol profesional y que ahora no admitirá menos que eso para regresar al estadio.

Por los rincones del Francisco Villa aún puede escucharse el eco de los grandes goles de Juan Manuel Zandona, o sentirse un poco de la gran ilusión que llego a tener al disputar la final ante Pachuca en donde se estuvo a un paso de lograr llegar a primera división.

Hoy apenas van 100 personas o 200 en el mejor de los casos, a respaldar el proyecto de formación de jugadores de las Águilas Reales y los Tuzos de la UAZ, ellos no son culpables pero el vacío sigue ahí.

La política deportiva de la entidad apostó por fomentar la práctica masiva de algunas disciplinas a nivel amateur y estableció que el deporte profesional no tenía cabida por caro, al menos esa idea vendió la gobernadora Amalia García y sus funcionarios en la materia.

Al paso de una década no es difícil llegar a la conclusión de que la desaparición del futbol profesional en la entidad más que beneficios ha traído perjuicios y ha contribuido a una falta de arraigo e identidad, que difícilmente se podrá recuperar mientras no se realice la inversión necesaria.

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón