En el transcurso de estos últimos meses me ha tocado vivir algunos momentos difíciles debido a una baja en la salud de mi padre. Podría comentarle lo difícil que ha sido este tiempo para su servidor y los integrantes de mi familia, pero gracias al respaldo del Santo Niño de Atocha todo parece indicar que … Leer más
En el transcurso de estos últimos meses me ha tocado vivir algunos momentos difíciles debido a una baja en la salud de mi padre. Podría comentarle lo difícil que ha sido este tiempo para su servidor y los integrantes de mi familia, pero gracias al respaldo del Santo Niño de Atocha todo parece indicar que este capítulo en nuestras vidas está siendo cerrado favorablemente.
Por si esto fuera poco, también mi abuelo tuvo sus detalles y gracias a esto, pudimos visitar hospitales en Fresnillo, nuestra capital y en la vecina ciudad de Aguascalientes.
Al estar en estos sitios nuestra cabeza se vuelve sede de un sinfín de ideas, las primeras generalmente son referentes a la salud de nuestro paciente, pero cuando este va mejorando, la mente viaja a lugares mas lejanos.
Justo en alguno de estos momentos, se me vino a la cabeza la loca idea de comparar los servicios que brindamos en un hotel contra los que se deben de dar en un hospital.
Las similitudes son enormes, aunque no debemos de olvidar que la finalidad del hospedaje en uno y otro lugar es totalmente diferente, aparte que le aseguro a la gente de los hospitales no les caería nada mal la opinión de un hotelero.
Me gustaría comenzar con los foráneos y principalmente el hospital de Aguascalientes. Para evitar problemas no daré su nombre, pero sí mi mejor crítica.
Los tiempos de espera para recibir a los pacientes superan cualquier dato de tolerancia. Afortunadamente nosotros solo íbamos a estudios porque creo si hubiera sido urgente, no creo el enfermo hubiera librado el acceso al hospital.
Me queda claro que los hospitales deben de estar diseñados y enfocados en la atención de los pacientes, pero estoy seguro que la mayoría de los enfermos llegan siempre acompañados por algún familiar.
Primero tocaré el tema de los privados, los cuales estaban sumamente reducidos y era complicada la circulación en los mismos. No se porque si se diseña un cuarto para gente enferma, no se considera el acceso a los mismos en una camilla o silla de ruedas.
No sé si es tema arquitectónico el lugar donde se encuentra la central de enfermeras en los pisos de los hospitales, pero la ubicación de esta en el hospital en Aguascalientes hacía que por las noches pareciera estar en cualquier lugar menos en un hospital. El ruido y las conversaciones se escuchaban como si estuvieran en las habitaciones.
El servicio de cafetería en tierras hidrocálidas estaba demasiado limitado, con horarios poco flexibles y con una poca variedad en el servicio de alimentos.
La seguridad en cambio era buena, bien vigilados todos los accesos y el servicio de enfermería era el indicado, pero volviendo a lo mismo si cuestionaría ¿qué tan grande o tan importante es el enfoque a los acompañantes de los pacientes?
Si estos nosocomios dieran un mejor servicio a los acompañantes le aseguro se haría más fácil la estancia en los mismos. El servicio de internet muy malo, tardado el servicio de limpieza y los lugares para darle un momento de descanso a los acompañantes fatales. De este punto mi inquietud de la falta de visión para la gente que va con los enfermos.
En Zacatecas, capital, por otro lado fue donde estuvo mi abuelo y tuve la oportunidad de visitarlo.
El hospital en el que estuvo tiene severos problemas con el estacionamiento de vehículos y los accesos a habitaciones no están nada controlados.
En la mañana abundan los niños y, como es normal, el escuchar sus gritos es casi parte del entorno. La tranquilidad aquí desde mi punto de vista no es la idónea y es complicado desplazarse de un lugar a otro por la cantidad de visitantes en todas las áreas de este lugar.
Para los acompañantes el servicio de alimentos no es malo, pero no existe el servicio de internet gratuito. ¿Será tan complicado dar esta facilidad para los que van con los enfermos? Creo es una de las cosas en las que actualmente no se debe escatimar y por si no lo han pensado, es uno de los mejores remedios para evitar que las personas se desplacen de un lugar a otro. Actualmente es una de las mejores formas para mantener ocupados a los acompañantes.
Al hablar del servicio de hospitales en Fresnillo, ciudad donde vivo, le puedo presumir que no es malo y la atención médica es excelente. Me llamó la atención en el hospital donde estuvo mi padre, la limpieza con la que se trabaja en los privados, sin ser exagerado, le aseguro el servicio de limpieza hacía visita más de tres veces al día, punto que en los lugares mencionados anteriormente se hacía solo una vez al día y sin tanto esmero.
Por otro lado la cafetería no es mala y el servicio de enfermería es simplemente excepcional. No tienen servicio de internet, pero comentan se trabaja en ello para brindarlo a la brevedad posible.
Por esto, recomiendo a los accionistas de todos los hospitales no olvidar que el enfermo siempre llevará a un acompañante, y que aunque la atención no sea para él, es obligación de ustedes hacer que su estancia sea mucho más placentera y con estos pequeños detalles, puede ser un punto nada difícil de alcanzar.
Para terminar solo quiero agradecer al Dr. Porfirio González López la paciencia, dedicación, entrega y cuidados que recibimos de su parte para la atención de mi padre. Sigue así Doctor, que Dios te bendiga.
Hasta la próxima.
Imagen Zacatecas – Raúl Muñoz del Cojo