El clásico de clásicos

Cabalística la fecha que sigue en nuestro futbol. Será la jornada 13, para algunos de buena suerte y para otros de mala. Pero el rumbo a un buen o malo resultado lo da el trabajo constante y sonante, y aunque en efecto de repente la fortuna es muy fortuita siempre se inclinará para quienes tengan mejores argumentos deportivos.

Esta fecha y con unos días de antelación al aniversario de conmemoración de las Águilas, llega el clásico de clásicos: América-Chivas en el estadio Azteca. Llegan los amarillos con todas las condiciones a su favor, y llegan así porque a lo largo del presente torneo han sido lo mejor.

El América de entrada es el líder general con 28 puntos en su cuenta y con pie y medio ya en la liguilla. Sólo un milagro podría impedir que no clasificaran. Es el equipo que más partidos ha ganado y por lo tanto es el más amplio favorito para sumar su décimo triunfo.

Ofensivamente es el segundo equipo con goles anotados, en este departamento el Toluca va al frente pues su goleada de 7-1 sobre el Atlante marca la diferencia. Es junto con el León la mejor defensiva con solo 8 goles recibidos en 11 encuentros y por lo tanto el equipo mejor equilibrado.

En contraparte, las Chivas se encuentran en el lugar 16 con solo 8 puntos que de poco le sirven y está a punto de no clasificar. Cierto es que tienen un partido pendiente pero debe de ganar para mantener la magra posibilidad de intentar clasificar.

Los amarillos, tienen pues, todas las condiciones para sumar un triunfo más. Son el equipo al momento que mejor juega, emocionalmente se ven muy motivados y por lo tanto saldrán a la cancha con mayores posibilidades de lograr un triunfo más.

Los rojiblancos por su parte, andan extraviados emocionalmente y no encuentran la brújula que les de rumbo y el torneo cada vez avanza más.

Pero, aunque en efecto las condiciones se inclinan con amplias posibilidades para el lado amarillo, un buen inicio de partido para los tapatíos pueden dar un giro inesperado al resultado final, en favor de los visitantes.

Imagen Zacatecas – Jaime Mora