Zacatecas: belleza de día y encanto de noche

La Luna es la testigo ideal para el amor que nos une con el ser amado. Fotos: David Castañeda.
La Luna es la testigo ideal para el amor que nos une con el ser amado. Fotos: David Castañeda.

Las estrellas, la Luna y las luces de la ciudad iluminan esa parte melancólica, pero al mismo tiempo apasionada que no se puede ver en el día.

ZACATECAS.- Cuando somos niños le tememos a la oscuridad, pues es un lugar sin luz, donde no vemos nada; pero, qué pasa si descubrimos que ahí, hay luz; pero no la queremos ver.

A pesar de que el color se genera gracias a la luz, quién dice que la noche no se puede pintar sola o que en sí misma tenga su propia luminosidad; pero nos da mello descubrirla.

De niño le tememos a la oscuridad, pero de adultos la esperamos para la pasión.

Desde puentes peatonales en Santa Mónica hasta en las alturas del Cerro de la Virgen, pasando por los caminos y los viñedos en Trancoso, cualquier rincón cambia de noche.

Aunque, no por eso deja de tener color, textura y tonos que en el día son imposibles de captar, porque vivimos a la córrele que ahí te alcanzo.

Cualquier rincón zacatecano cambia de noche, así que hay que pelar bien los ojos.

Si lo dice la abuela es ley

Mi abuela decía: del tamaño de tu luz es tu oscuridad. De esta manera podemos comprender que la belleza la podemos ver con los ojos abiertos y también cuando los cerramos.

Cuando amanece lo primero que hacemos es abrir los ojos, buscamos la luz para poder dejar de estar somnolientos y disfrutar de un nuevo día.

Cuando vamos a la cama cerramos los ojos, en donde nos vemos en los sueños, donde podemos pintar, volar y colorear las cosas a nuestro antojo.

Quién dice que la noche no se puede pintar sola o que en sí misma tenga su propia luminosidad.

De esta manera supongo que la luz y la oscuridad tienen su belleza, pues mientras que en el día el Sol nos muestra las maravillas.

Las estrellas, la Luna y las luces de la ciudad iluminan esa parte melancólica, pero al mismo tiempo apasionada que no se puede ver en el día.

A veces las estrellas y la Luna no son suficientes.

¿A poco los amantes se encuentran mientras hay Sol? Más bien, es en la noche cuando los lobos del armario deben salir y es cuando la oscuridad nos invita a ser más atrevidos.

Así que abracemos esa oscuridad que hay en nosotros.




Más noticias


Contenido Patrocinado