Ya viene la más dulce temporada; ¡ya vienen las pitayas!

Al ser frutas blandas se echan a perder pronto, por eso las preparan en mermeladas. / Foto: Rocío Ramírez.
Al ser frutas blandas se echan a perder pronto, por eso las preparan en mermeladas. / Foto: Rocío Ramírez.

Esta fruta exótica se da en el sur del estado.

JALPA.- Ya se sienten los calores y en buena hora, porque eso significa que ya nos viene la temporada de pitayas, este rico fruto exótico que se puede comer solito o lo hacen mermelada o hasta paleta.

Antes de llegar la primavera, ya nos pega el calorcito en Jalpita y, aunque todavía estamos en “invierno”, en el municipio y la región ya alcanza los 30 grados centígrados.

Pero ese calor no es malo, ese calorcito nos trae un dulce regalito, el florecimiento de los pitayos, que luego nos traerá deliciosas frutas de pitayas.

Este rico fruto de los dioses, es un rico alimento que conquista la boca de todos los que tienen la buena suerte de probarlos.

Por si no los conoce, los pitayos son unos cactus enormes que crecen en la zona sur del estado, desde Tabasco hasta Mezquital del Oro, también los hay en el estado de Jalisco y otros puntos de país.

En la temporada de calor es cuando florecen los pitayos y nacen estas delicias.

Florecen las frutas de los dioses

En el Cañón de Juchipila si hay flores o pitoncitos en los pitayos, es buena noticia, porque pronto llegarán las pitayas, por ahí a mediados de abril, pues comienza a haber, aunque caras, a 15 o 20 pesos.

En mayo que es cuando ya aprieta el calorcito, es cuando más hay pitayas y es entonces cuando ya se baja su precio a unos 5 pesos, o hasta menos, dependiendo de qué tantas hay.

Acá en el Cañón de Juchipila, la llegada de este “fruto de los dioses” significa muchas cosas, no nomás es una fruta exótica, pues significa unión, amistad y reencuentros, porque mucha raza regresa a su rancho.

Las pitayas vienen de estos cactus.

Alimento de panzas y tradiciones

Miles de zacatecanos vuelven a sus pueblos de origen buscando disfrutar de las deliciosas pitayas, pero, también, vuelven con su familia y compas para poder mantener vivas sus tradiciones.

La cosecha o recolección de pitayas tiene su chiste, quienes se dedican a este trabajo lo saben, pues deben madrugar para ir hasta donde estén los pitayos, para no ir en pleno solazo y que rinda el día.

Por ello, con una linterna se aluzan para bajar sus pitayas con la gancha, que es un palo muy grande con cuatro picos en la punta, y las deben bajar una por una, esto pa’ limpiarlas y quitarles las espinas.

Luego las ponen en una canasta, de ahí volver al pueblo, para venderlas en los mercados.

Con esta vara de cuatro pinchos se recogen las pitayas.

Formas de comer pitaya

Esta es una fruta muy suave y, muy delicada, porque se descompone pronto, pues en cuestión de horas se nos puede pudrir una pitaya y ya no sirve.

Por eso, en Jalpa y la región buscan aprovecharlas al máximo, ahí está que se hacen pasteles, gelatinas mermeladas o paletas, siendo estas dos últimas las que más hace durar la frutita.

La pitaya ha llegado a ser tan importante que se le dedica año con año una pequeña feria, en municipios como Jalpa, Tabasco, Juchipila, y Moyahua, aunque el año pasado se nos paró todo eso por la pandemia.

Para este año se espera que haya muchas pitayas y ver la forma de salir adelante en sus ventas, pues sigue siendo difícil por el virus que aún sigue.

El año pasado, los comerciantes de esta fruta se las ingeniaron, junto con los gobiernos municipales, pa’ ver cómo vender este delicioso fruto, así que si se come una de estas delicias díganos cómo le fue, ¿a poco no es un regalo de los dioses?

Mucha gente de Zacatecas vuelve a sus pueblos pa’ recoger las ricas pitayas.



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