Una silenciosa testigo de hermosas historias: La Alameda

Fotos: Carlos Montoya.
Fotos: Carlos Montoya.

Uno de los puntos de reunión más importantes que tiene el Pueblo Mágico es sin lugar a dudas la Alameda Lic. Adolfo López Mateos.

GUADALUPE.- Uno de los puntos de reunión más importantes que tiene el Pueblo Mágico es sin lugar a dudas la Alameda Lic. Adolfo López Mateos, la cual es uno de los pulmones más importantes por los árboles y plantas que tiene.

Bugambilias, pinos, pirules, rosales y muchas otras plantas le dan colorido a este espacio que han compartido las distintas generaciones de guadalupenses.

Con la novedad que el hermoso lugar tiene nombre y apellido, se llama Alameda Licenciado Adolfo López Mateos.

De esta manera, grandes y chicos caminan diariamente por los pasillos de la legendaria Alameda, la cual en su parte central se une por un quiosco de gruesa herrería que guarda infinidad de historias.

También, hay hermosas bancas donde la gente descansa, donde alguna vez estuvo una pareja de enamorados, donde la familia pasa un domingo, donde los amigos se reúnen.

El canto de las aves resulta relajante al oído, principalmente cuando son pocos los vehículos circulando por sus alrededores.
Además, desde cualquier punto se pueden escuchar el repicar de las campanas tanto de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el Jardín Juárez; como la parroquia de los Sagrados Corazones que está a un lado.

Las bugambilias son parte del lugar.

Un hermoso punto de reunión

Para los peatones es un lugar de descanso, donde también pueden degustar de algunos de los dulces típicos zacatecanos, que son vendidos en las banquetas por familias tradicionalmente dulceras.

También, los vendedores del lugar ofrecen deliciosa nieve muy al estilo del Pueblo Mágico para quitarse el calor, que como está calando en esta temporada.

Las jardineras de la Alameda están bordeadas por cantera rosa y dan cuenta del deterioro; sin embargo, se rehúsan a seguirse desquebrajando, como si algo las atara a este lugar.

Si no has ido a echarte una nieve o un dulce típico en sus bancas, te falta un chingo de barrio.

Un lugar para los feligreses de la Guadalupana

Este pulmón guadalupense no solo es una importante área verde, sino que también es un lugar donde el comercio fluye, pues las familias del lugar le dan aún más color y vida al lugar.

Por ejemplo, a los costados hay varios boleros, quienes son generaciones de gente trabajadora y amable que siempre está esperando por clientes que necesiten limpiar su calzado.

Se puede escuchar el repicar de las campanas de los Sagrados Corazones.

También, se pueden ver florerías y quienes las atienden tienen infinidad de historias que contar, desde un nacimiento hasta un velorio.

Además, no podemos dejar de lado los negocios de comida, que hay para los gustos más variados, sin que falte el sabor típico del lugar.

Mientras que los comerciantes informales encuentran su sustento en este andador de aproximadamente 300 metros de longitud, ubicado entre la calle Rodríguez y la 1910.

La Alameda de Guadalupe es y seguirá siendo un lugar para todos, sus pasillos, bancas y jardineras no distinguen entre clases sociales.

Lo anterior, porque precisamente es un lugar para socializar, generar debate y opinión pública, es un lugar que está para servir.

A la mitad del lugar hay un kiosko, el que oculta varias historias de amor.



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