Una devoción que atraviesa fronteras: la de la Virgen
Además de ofrecer la reliquia a los que asisten al hogar de la familia Gutiérrez, también sus integrantes le llevan de comer a los parientes de los enfermos en algunos hospitales de la ciudad
GUADALUPE.-Como cada 12 de diciembre, Guadalupe se vistió de gala en honor a la virgen que le da su nombre, desde todos los rincones de Zacatecas, incluyendo la colonia Felipe Ángeles.
Cientos de fieles acudieron a visitar a la Virgen de Guadalupe en el aniversario 488 de su aparición al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac.
Desde temprana hora se escuchaba el repique de las campanas del convento y en su interior los zacatecanos dedicaban a su patrona cantos, velas, oraciones y arreglos florales.
Devoción de rodillas
La devoción a La Morenita es para muchos una tradición inculcada desde pequeños, como en el caso de Griselda Herrera, quien entró de rodillas al recinto y con su bebé vestido de Juan Diego en brazos en honor a la que llama su madre. Desde hace 18 años acude a agradecer los favores recibidos y a pedir por quienes más lo necesitan.
“Que nos cuide a nuestros niños y a los migrantes que sufren, que mueren en el camino, que los reciba en sus brazos”, comentó.
Doña Clara llegó al mediodía, junto con 20 ejidatarios de Villa de Guadalupe, algunos inclusive adornaron sus tractores con imágenes de la Virgen.
“Tengo 50 años viniendo a visitarla, me ha hecho muchísimos milagros, mi nietecita es la última que venía malita al nacer y pidiéndole a la Virgen de Guadalupe por ella”, dijo emocionada.
Una familia unida por la fe
Jaime Acosta, acompañado de su esposa y sus dos hijos, fue a dar muestra de su fe y agradecimiento, llevando consigo dos cuadros de la Virgen, para que fueran bendecidos.
“Las traemos año con año a misa y regresando su reliquia, su rosario, su danza; darle gracias por el milagro de la vida y que estemos toda la familia unida en esta fecha”.
La celebración continuó durante todo el día, con misas prácticamente cada hora en el Convento de Guadalupe. Mientras que por la tarde llegaron al templo choferes del transporte público, quienes, encabezados por niños danzantes, desfilaron por las calles del centro de Guadalupe, acaparando las miradas.
Resuena la fe en la Felipe Ángeles
Desde hace más de tres décadas, integrantes de la familia Gutiérrez, de la colonia Felipe Ángeles, ofrecen una deliciosa reliquia en honor a la Virgen de Guadalupe.
María Isabel Gutiérrez es una de las hijas de la familia que se ha encargado a lo largo de este tiempo a realizar año con año esta noble muestra de caridad y fe hacia La Guadalupana. Esta reliquia, la cual se ofrece en la avenida Begonias, la inició su padre Genaro Gutiérrez Sifuentes.
El misterio
Sin embargo, la familia solo supo que fue en agradecimiento a la Virgen por un favor concedido como inició todo; pero don Genaro se llevó a la tumba el secreto.
María Isabel junto con sus ocho hermanos y sobrinos son los responsables de llevar a cabo este noble gesto y desde un día antes comienzan los preparativos.
Aunque desde semanas antes consiguen todo lo necesario, como lo es los 80 kilos de carne, los 30 kilos de nopal y 13 kilos de frijoles.
María Isabel que es un gusto abrir sus puertas cada año porque eso era algo muy importante para su padre.
Un poco de luz a los enfermos
Por si no fuera poco, además de ofrecer la reliquia a los que asisten al hogar de la familia Gutiérrez, también sus integrantes le llevan de comer a los parientes de los enfermos en algunos hospitales de la ciudad.
Aunque María Isabel siempre dice que lo importante es ofrecer la comida con mucho, pero mucho corazón, esfuerzo, amor y agradecimiento hacia la Virgen de Guadalupe.