Un mágico viaje en el tiempo lleno de fe: Lomas de Bracho

En el lugar se respira un aire de paz y tranquilidad. Fotos: Carlos Montoya.
En el lugar se respira un aire de paz y tranquilidad. Fotos: Carlos Montoya.

Es uno de los lugares con mayor tradición el estado, donde cada año se celebran las tradicionales Morismas.

ZACATECAS.- Uno de los lugares con mayor tradición en esta capital, es Lomas de Bracho, donde cada año se celebran las tradicionales Morismas en honor a San Juan Bautista, las cuales le dan una importante identidad a los zacatecanos.

Decir Bracho, es transportarse al pasado, a las disputas entre moros y cristianos, en especial la representación de la Batalla de Lepanto en la que participan más de 20 mil personas que se consideran actores y actrices.

Recibió la bendición del Papa Juan Pablo II.

Para llegar ahí desde el Centro Histórico hay que pasar por el barrio de La Pinta, cuyos habitantes, en su mayoría, participan en la celebración y culto de esta importante escenificación que tiene casi 200 años de historia.

Sus calles empedradas tienen una vibra mística.

Un viaje a la historia en tiempo real

El Puente de Bracho está conformado por dos enormes túneles, los cuales pareciera que al cruzarlos transportan a las personas a otra época gracias a su camino empedrado, adornado por hermosos candiles con bases de cantera rosada que engalanan la entrada a este sitio maravilloso, el cual está lleno de historia y en cuya loma principal luce el castillo que caracteriza a este sitio.

Es sin lugar a dudas un lugar donde el culto católico se respira en cada rincón y ahí radica su importancia, pues no sólo es un sitio de escenificación y fiesta sino que va más allá; basta recordar que en abril de 1990, el papa Juan Pablo II, ahí celebró una misa y plantó un árbol en su visita a Zacatecas.

Ese momento quedó para la posteridad enmarcado por una estatua del sumo pontífice que yace frente a la iglesia donde también se ubica este famoso árbol.

El Puente de Bracho es un lugar icónico de la zona.

Lomas de Bracho a la espera de los moros

En Bracho, todos los años, el último fin de semana de agosto, se forma una sinfonía de colores en medio del bullicio y el contante tronar de la pólvora que sale de los rifles de los “morismeros”; el lugar se convierte en una fiesta enmarcada por la fe hacia San Juan Bautista.

San Juan Bautista es el consentido de este emblemático lugar.

Recorrer sus calles empedradas, que hace algunos años fueron rehabilitadas, es un deleite para las pupilas, se trata de un sitio donde se respira mucha tranquilidad, que es cambiante cuando se acercan las Fiestas de Bracho.

Bracho es motivo de orgullo para Zacatecas, las morismas han puesto en el mapa a la ciudad no sólo a nivel nacional sino internacional, pues sus fiestas han sido documentadas por medios con alcance mundial.

Las ruinas de la antigua iglesia y el panteón reciben a todos los visitantes.
Los nuevos faros se ven muy bien.
Se han dado tragedias y alegrías.



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