Tunas, el manjar de los Chichimecas
Leonor Saucedo Guardado vende tunas desde hace 20 años.
GUADALUPE.- Dos décadas de experiencia en el jale de vender tunas es lo que lleva doña Leonor Saucedo Guardado.
La doñita viaja todos los días de Trancoso a Guadalupe con las tinas llenas de estas frutas desérticas, con las que deleita el paladar de los zacatecanos.
A sus 39 años, es madre de dos hijas quienes son la nueva generación en la familia dedicada a la venta de estos frutos del semidesierto.
Pero el jale no lo hace ella sola, sino que se lo avienta junto a su esposo; ellos sacan adelante a sus hijas y les dan el mejor ejemplo y les enseñan a ser personas de bien.
Doña Leonor, dijo que su negocio es una herencia familiar que se ha convertido en tradición, pues sus abuelos y padres fueron las primeras generaciones dedicadas a vender tunas.
Es así como desde los últimos días de junio a los primeros de noviembre esta actividad representa el sustento de su familia y cuando no es temporada de tunas se dedica al hogar mientras que su esposo y su padre a la obra.
Y no sólo es ella, sino que también sus hermanos venden estas exquisiteces que crecen en Pinos, a donde llegan para cortarlas personalmente de las nopaleras.
Tunas cardonas, blancas y amarillas son las tunas que principalmente ofrece a sus clientes atrás de la iglesia de los Sagrados Corazones donde la señora Leo atiende con la mejor actitud y como garantía va una sonrisa.
No sólo es ir por las tunas…
La señora Leo, dijo que el proceso para vender las tunas no sólo implica el ir por ellas y traerlas para ofrecerlas en la alameda de Guadalupe de lunes a domingo.
También es de harina y huevo limpiar las tunas para que no sea tan difícil manipular el producto.
Este jale lo hacen con un barridito a la antigua usanza, sin embargo, aun así siguen quedando espinas, por lo cual usa guantes para evitar espinarse.
Y la neta, esta familia se espina las manos para que nosotros podamos disfrutar de este delicioso manjar.