Dos homicidios se registraron en la comunidad de Toribio. |Foto: Archivo
Un lugar lleno de calma, donde puedes disfrutar de cosas simples pero con mucha cultura.
CALERA.- La creencia popular dice que si no has aprendido de la adversidad no has comprendido nada, es así que en estos tiempos difíciles por el Covid, podemos disfrutar de la simpleza de la vida en la localidad de Toribio.
Mientras que la vida camina demasiado rápido en la ciudad, en estas tierras calerenses aún se disfruta de las cosas más simples, desde agradecer a la tierra por darnos sus frutos.
Asimismo, se puede disfrutar de una caminata en un lugar que es tranquilo, que se respira a la belleza natural y que además está llena de tradiciones religiosas y hasta culinarias.
Ubicado a 16 kilómetros de la cabecera municipal de Calera está una de las localidades más importantes por su riqueza agrícola llamada Ramón López Velarde; aunque para los amigos es Toribio.
Para darse un taco de ojo de las bellezas de la Madre Tierra que tiene Calera, desde lo lejos se puede ver los surcos de las tierras aradas, campos verdes y fértiles que albergan cosechas de chile y ajo.
Lo anterior puede hacer volar la imaginación al momento de hacer la comida, pues unas buenas tortillas, una salsita molcajeteada y la vida es deliciosa, porque es todo lo que se necesita.
Por la calidad de estos productos, que vienen de las entrañas de la misma tierra calerense, se abrieron camino en el mercado extranjero, principalmente a la Unión Americana, donde los paisanos agradecen el regalo de la tierra.
En Toribio se respira paz y se disfruta de una vida campirana, pues en el último censo, la localidad es poblada por menos de 5 mil habitantes, lo que hace que el ambiente sea menos bullicioso que el de la ciudad.
Además, estas tierras calerenses se distinguen por gente trabajadora y noble, lo que hace que a pesar de que estés lejos de casa seas bienvenido, seas de dónde seas.
Lo anterior se refleja en los campos, porque la Madre Tierra solo es bondadosa con la gente que la trata bien. Por ello, los pobladores se han dedicado al campo por generaciones.
Es así que agradecen que la tierra sea tan generosa, porque siempre hay comida en la mesa y además, es la oportunidad de ganarse unos pesos y así cubrir las otras necesidades básicas.
En Toribio no puede faltar la fe, por ello sus habitantes son devotos de a la Virgen de la Inmaculada Concepción, cuya fiesta es el 8 de diciembre; aunque este año se canceló por el virus.
Sin embargo, eso no para a que agradezcan a la Santa Patrona por un año más de vida, de tranquilidad, de cosechas y, sobre todo, por el favor de estar en una de las tierras más tranquilas de Zacatecas.