Recibe la bendición de Nuestro Padre Jesús desde Mexicapan

ZACATECAS.- Una de las iglesias con mayor tradición es el templo de Nuestro Padre Jesús, la que se construyó gracias a donaciones y tiene la bendición de tres sacerdotes muy reconocidos en la Diócesis de Zacatecas.

La ciudad de piel de cantera rosa y corazón de plata tiene este hermoso lugar religioso que inició a construirse en los años 1700 y terminó, gracias a Dios, casi rayando los 1900.

Lo anterior porque se construyó poco a poco gracias a los donativos de los vecinos, algunos particulares (quienes supongo tenían muchos pecados que pagar) y algunos sacerdotes.

Este templo que está en el barrio de Mexicapan, no siempre se llamó así, pues cambió su nombre a lo largo de la historia; aunque lo que sí es constante es la fe en el hijo de Dios.

Cambia el nombre; pero no la fe

Este recinto religioso apareció en el mapa en 1799 con el nombre de Jesús, esto lo dice el historiador Bernardo del Hoyo Calzada, quien es el que escribió la Historia de la Diócesis de Zacatecas.

Después, en 1855, en tiempos del presbítero Juan José Orellana se le conocía como Jesús del Pueblo.

A pesar de todos los nombres nadie le metía su dinerito para que el templo mejorara; pero en 1870, el sacerdote Sixto Castillo se puso las pilas.

Lo que hizo involucrarse más a este religioso es que Sixto vivía frente a la capilla, la que conoció en ruinas.

Por lo anterior, reunió dinero, uno que otro que les bajó a los pecadores de su época, para trabajar sobre las ruinas. Prácticamente, lo tomó como manda hasta que estuviera lista, cosa que no pudo ver.

La iglesia, que dicen los expertos que es estilo neoclásico, uy que fifí me escuché, tuvo modificaciones a pasos muy lentos, casi, casi para decir que estaba encantada.

¿Trabajando duro o durando en la construcción?

El templo, como lo conocemos actualmente, comenzó a edificarse en 1887; pero todo se suspendió cuando se murió Sixto Castillo, sí, ese mero que les sacaba el dinero a los pecadores.

Aunque el entusiasmo del pasado padre se lo heredó al presbítero José Eugenio Narváez, quien sí pudo ver la capilla terminada.

La primera agua bendita que recibió Nuestro Padre Jesús fue en 1911, por el arcediano de la Catedral, Arcadio Delgado, quien bendijo la torre norte a las 10:00 de la mañana de un primero de marzo.

Para que no se les cayera, supongo, la primera hilera de piedras de la torre sur le hizo su crucita el vicario José Guadalupe Chávez.
Este último religioso es más ni menos que el tío de Fernando Chávez Ruvalcaba, quien es el obispo emérito de la diócesis de Zacatecas, así de genial es la bendición.

Pero ahí no paró el asunto, pues ese mismo año, el entonces obispo Miguel de la Mora, bendijo la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que ahí se venera.

Luego de 26 años en las que la base del templo ya estaba lista, en 1913, el presbítero Antonio Soto, quien era el encargado de la capilla, terminó la obra con la conclusión de la cúpula y el decorado.

Además, se puso más bondadoso y hasta colocó los barandales, los que están justo a la entrada de la parroquia, la cual así es conocida; aunque en la entrada tenga un letrero que diga templo.

Una bendición desde Mexicapan

Esta iglesia forma parte importante de las actividades que se realizan en la Semana Mayor, pues de ella sale Nuestro Padre Jesús.

La imagen religiosa recorre las principales calles del Centro Histórico, en la procesión del Viernes Santo; sin embargo, este año no hubo tal procesión.

Sin embargo, sus feligreses no pasaron de largo la fecha, pues muchos dejaron flores en el altar que está a un lado de la iglesia, hasta veladoras le fueron a dejar.

Lo anterior demuestra que desde el siglo 18, el barrio de Mexicapan está bendecido por Nuestro Padre Jesús, quien nos cuida en estos momentos difíciles.