¿Quién es la Santa Muerte? Martha lo platica

A Martha nadie le gana con eso de las cosas esotéricas, más de tres décadas en este negocio la respaldan.

GUADALUPE.- Martha Medina es una de las mujeres espiritistas del Mercado Nuevo de Guadalupe, donde ofrece hierbas, velas y todo lo que se ocupe para el culto a la Santa Muerte y mucho más.

La comerciante tiene más de 30 años dedicada al servicio de la gente que busca sanar su alma y, a veces, hasta los pensamientos que a sus clientes muchas veces no los deja dormir.

La Santa es una diosa y hay que cumplirle las promesas.

En el local 19 tiene una gran variedad de productos; aunque en esta ocasión nos platica de un culto que a muchos les da miedo; pero que ella con sencillas palabras nos lo explica.

“La gente le llama santa, pero en realidad es una diosa y se le pide igual que a una deidad”, aseguró Martha, quien además de tener a la venta imágenes, ofrece una pequeña guía para los iniciados.

Variedad en color, no en fe

En las imágenes de la Santa Muerte hay las llamadas vestidas o sencillas, la diferencia radica en los elementos que la acompañan, como flores, billetes, entre otros elementos que las hacen únicas.

Según Martha, hay de siete colores y una que une todas, son la negra, la amarilla, la roja, la rosa, la morada, la verde, la naranja y la siete colores; aunque la elección dependerá de la intuición del creyente.

Sin embargo, las más vendidas son la negra, la roja y la amarilla, aunque ésta última puede variar en verde o dorada, ya que la gente la busca para atraer el dinero.

La dorada para el dinero.
La negra para la protección.
La roja para el amor propio.

La negra es para protección y sobre todo “para retirarte enemigos visibles e invisibles”, aseguró Marta, quien además de ofrecer los productos, sabe de su significado y por ello sus clientes siempre la buscan.

Mientras que la roja es para el amor; pero hay que tener cuidado, pues no es solo el amor romántico, sino “el que jamás debe faltar: el amor propio”, platicó la comerciante.

Es una diosa y hay que cumplirle

Para los que no saben mucho del culto a la Santa Muerte dicen que para obtener favores de su parte prácticamente hay que ofrecerle el pellejo; aunque dice Martha que como toda deidad tiene sus preferencias.

“Hay mucha que cree que la santa es la que nos recibe cuando trascendemos, pero eso es mentira. La santa es una diosa, no es cualquier cosa, es una representación de la divinidad,” aseguró la espiritista.

De esta manera se puede decir que no es cierto eso de vida por vida, simplemente si el creyente ofrece eso, pues cuando le concede lo que le pide debe de cumplir como a cualquier imagen religiosa.

Aunque Martha menciona que las ofrendas que los creyentes tienen en sus altares no son tan macabras como se piensan, pues va de algo tan sencillo como agua, fruta y una veladora.

La comerciante nos platica que uno de los ofrecimientos más comunes de la diosa es el tabaco, el cual atrae la buena suerte y, además, nos ayuda a purificar la energía y atraer lo bueno a nuestras vidas.

Por lo anterior, a la diosa le encanta el aroma del tabaco.

También lo que no debe faltar es el agua, el cual es para la claridad mental del creyente o que la situación por la que pasa se clarifique pronto.

Además, Marta nos dice que se le puede ofrendar fruta, ya que viene de la tierra.

Tiene imágenes desde 40 hasta los 270.

Por ello, es importante que, cuando se quite la fruta del altar, se entierre en una maceta o en un jardín, pues le dejamos a la tierra que transforme esa energía.

Por último, está la veladora, que es la luz para que encontremos el camino para nuestra superación personal. La veladora es por intuición, no precisamente el color que ella tiene en su manto.

“Hay clientes que son devotos, siempre vienen por sus ofrendas; aunque hay aquellos que solo le rezan el 2 de noviembre; sin embargo cada quien le ofrece al tamaño de su fe”, aseguró Martha, mientras acomodaba su mercancía.

¿Cuál es el problema?

La Santa Muerte es una diosa, como tal los creyentes se acercan con ella cuando tienen mucha apuración o un problema intenso; por ello, “piden mucho y prometen mucho”.

“La gente no cumple lo que promete. Yo siempre les digo: pídanle, pero no prometan. Cuando se cumpla el favor, pueden ofrecer varias ofrendas,” platicó Martha, quien empezó a saber del tema desde muy chamaquita.

Para la comerciante, el mayor problema es que las personas piden mucho y a la hora de poner una ofrenda ponen cualquier cosa. De ahí radica el miedo, pues piensan que como no le cumpliste, te va a “castigar.”

Las más vendidas son la negra, roja y dorada.

Sin embargo, “todo es energía. Si piensas cosas malas, vienen así de horribles; pero si tu fe es cumplir tu palabra, las bendiciones son inmensas,” aseguró la espiritista.

Así que ya se la saben, a Martha nadie le gana con eso de las cosas esotéricas, más de tres décadas en este negocio la respaldan, así que vaya al Mercado Nuevo de Guadalupe y compruébelo.




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