
En los buenos tiempos el kiosko era una de las paradas de las tradicionales callejoneadas zacatecanas. | Fotos: Carlos Montoya.
El también conocido Parque Sierra de Álica, es uno de los más bellos del Centro Histórico.
ZACATECAS.- Uno de los pulmones más importantes del Centro Histórico es sin lugar a dudas el Parque
Enrique Estrada.
No se hagan que sí lo conocen, pues a la novia la han llevado al “Caballito de Ortega” para hacerla sentir especial.
Y cómo no se va a sentir realizada, pues el también conocido Parque Sierra de Álica, es uno de los más bellos del Centro Histórico, por su naturaleza, sus fuentes y por su puesto sus antojitos callejeros.
Pero vamos por partes y empezamos por una de las figuras más emblemáticas del parque, porque más de un político se ha sacado la foto con la figura a caballo del militar zacatecano Jesús González Ortega.
Esta imagen estaba antes en la calle Tacuba; pero cuando la recolocaron se adueñó del lugar y por ello, más de un enamorado dice: “te veo en el Caballito de Ortega.”
Además, el Parque Enrique Estrada tiene amplios jardines llenos de plantas que, durante la primavera, llenan de color cada uno de los pasillos, lo que hace que la visita sea refrescante.
Lo anterior, porque se puede ir a descansar, relajarse, verse con el novio, estar solo, leer un libro y, sobre todo, disfrutar de la vista que ofrece, porque esa ya la quisiera hasta Obama.
También el parque ofrece fuentes desde las clásicas, como donde posan las ranas de cantera rosa y además también se puede ver el Acueducto hecho con el mismo material zacatecano.
El toque histórico lo pone esos enormes arcos de cantera, el Acueducto, que en su época era la mayor tecnología para transportar el agua, pues era uno de los más importantes de la ciudad.
Ahora nos vamos a las fuentes más modernas, pues hace unos años remodelaron el parque y pusieron las fuentes danzantes, que se ubican al centro de este pulmón verde del primer cuadro zacatecano.
Este espacio se ha aprovechado para organizar conciertos al aire libre, obras de teatro y un lugar que no pasa desapercibido a los ojos de los fotógrafos cuando realizan sus sesiones.
Por otro lado, el parque Enrique Estrada también cumple los antojos de los visitantes que tienen ganas de una garnacha, para quienes tengan calor, hay agua de crema de coco y hasta raspados.
Para la gente que tenga resaca se puede ir a comprar unas tostadas de tropa y cuerito con su salsa bien picosita; y hasta un duro preparado o unos nachos.
El parque Sierra de Álica es parte de la cotidianidad zacatecana, un lugar para olvidarse un poco del trabajo y para estar unos minutos inmersos en la tranquilidad que ofrece.