Pruebe El Ochote, un manjar silvestre

“Ozote” u “Ochote”. Fotos: Rocío Ramírez.
“Ozote” u “Ochote”. Fotos: Rocío Ramírez.

El Ochote es un hongo comestible que se da en la temporada de lluvias. ¡Una delicia!

JALPA.- La temporada de lluvias sin duda es singular, pues se puede disfrutar de una variedad de alimentos que generalmente sólo se pueden dar en esa época.

Quelites, calabazas, verdolagas, ejotes y otras delicias forman parte de la gama de alimentos de temporal, pero sin duda uno de los alimentos más deliciosos y codiciados son los hongos de “Ozote” u “Ochote”.

El Ozote es un árbol grande que, en su estado saludable, brinda agradables sombras en la primavera y es una fuente generosa de miel en el invierno cuando se cubre de hermosas flores blancas, que todas las mañanas se encuentran llenas de miel.

Sin embargo, el árbol es ligeramente débil, pues el viento fuerte o un rayo pueden fácilmente quitarle ramas o derribarlo.

Se da en temporadas de lluvia, así que ya es tiempo.

Y es verdad que de la muerte surge la vida, pues cuando el árbol caído comienza a descomponerse o podrirse con el agua de la lluvia, se da el ambiente ideal para que nazcan los hongos.

Este fruto es parecido a los champiñones o setas, pero grande y se da en troncos podridos de los “Ozotes.”

Estos árboles con el agua de lluvia se empapan de agua y con el calor del sol se producen los hongos que pueden ser tan pequeñitos como un champiñón o más grandes que la palma de la mano.

Independientemente de su tamaño, su aspecto es bello, de color amarillo pollito por fuera y un color tenuemente blanco o beige por dentro, y su tamaño depende del tiempo que pase pegado al tronco donde nace.

No puede pasar mucho tiempo en ese tronco pues son delicados y se marchitan con facilidad, pero su tamaño se duplica y triplica en prácticamente cuestión de horas.

Unos nopalitos y unas quesadillas de Ochote para la dieta.

Al ser un alimento netamente silvestre, el tiempo ideal para su búsqueda es uno o 2 días después de la tormenta.

Por ello, quienes se dedican a buscarlos exploran el campo e identifican donde hay troncos caídos del árbol y los visitan frecuentemente.

Una bolsa o una cubeta son ideales para transportarlos, algunos los venden a los comerciantes del mercado, otros los ofertan y otros para autoconsumo.

La preparación de este alimento

Para su preparación depende de gustos, pero se comienza limpiándolos.

Para lo anterior, se quita el tronquito del hongo y se hace pedacitos el cuerpo del hongo, respetando las hojitas o pétalos internos, y lavándolos el chorrito del grifo.

Su preparación puede ser variada, pueden hacerse quesadillas, agregándolos crudos a la tortilla con queso y poniéndoles sal, dejando que se cuezan ahí.

En caldito de este hongo es bueno para la cruda.

También se puede hacer una especie de sopa o caldillo, donde se freirán con cebolla, ajo y chile serrano, agregándole consomé de pollo, agua y si lo desean flores de calabaza.

O también pueden cocerse solo con sal para agregarlos al mole, cual, si fueran pechugas de pollo.

De cualquier modo, son un manjar delicioso que vale la pena probar, aunque sea una vez al año.

Un clásico mexicano: Las quesadillas con ochote.



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