Protección contra enemigos

Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
Confía en la magia de Dumbar el Curandero.

Frase del día: El miedo es una palanca con dos polos, no siempre tiene que ser menor.

Este ritual es ideal para protegerse de los conflictos que pueden acarrear las personas que se desenvuelven dentro de nuestro entorno, que suelen provocar una desestabilización emocional, cargadas de conflictos, que podemos acarrear hasta nuestro propio hogar, contaminando por así decirlo, a todos nuestro seres queridos.

Antes de comenzar es importe elegir un lugar de nuestra casa donde se pueda estar lo más tranquilo posible, sin que ningún ruido, ni persona pueda distraernos de nuestro cometido.

1. Es necesario tener en cuenta que desde este lugar se debe visualizar la Luna, que ha de estar en su fase Llena y necesitarás: -Un recipiente o bol.

-Aceite de mirra, de incienso y de rosas.
-Flores blancas naturales.
-Cuatro velas blancas.
-Cuatro inciensos: de jazmín, de lavanda, de incienso y de perfume de rosas.
-Una manta o almohadón de color plateado o blanco antes de comenzar se deberá colocar el aceite de mirra, incienso y rosas en el recipiente, donde se lo mezclará muy bien.

Con la anterior mezcla se procederá a conjurar las velas, frotándolas muy bien. Además coloca unas gotitas en la nuca y en las muñecas.

2. Seguidamente se procederá a encender las cuatro velas, junto con los sahumerios, todos estos elementos se distribuirán alrededor de la manta que se colocará en el centro de la habitación.

Las flores blancas hay que colocarlas en un florero en la entrada de la habitación, hasta puedes poner música muy suave y de una armonía, no debe traer recuerdos tristes ni melancólicos, solo debe servir para relajarse.

Una vez que esté todo encendido y distribuido, se deberá sentarse o acostarse en la manta, permaneciendo con los ojos cerrados para concentrarse solo en la respiración que ha de ser profunda y pausada.

3. A continuación, es necesario llegar a una relajación completa, concentrándose en el ritmo respiratorio, luego mirando la Luna fijamente, se repetirá la siguiente oración:

Diosa celeste,
tú que eres una compañera inseparable del Sol,
ayúdame con la luz que él te envía a liberar
mi alma de todas las energías negativas.
Irradia toda tu energía sobre mí,
y ayúdame a liberar mi cuerpo y mi espíritu.
Cierra la puerta a todos los influjos negativos,
a todas las angustias y a los pesares
que embargan mi alma, y que ocasionan
tantos conflictos en mi vida.
Que la armonía y la paz inunden todo mi ser
para poder sobrellevar los malos momentos.
Que así sea”.

4. Una vez finalizada la oración comenzarán a elevar los brazos hacia la luna, con las palmas abiertas para recibir la fuerza energética de la Luna.

Se debe permanecer por un rato, el mayor tiempo que se pueda, con la mente en blanco, hasta que se pierda la concentración. Luego se comenzarán a mover lentamente, para luego incorporarse.

A continuación, se recogerá la manta que se colocará fuera del alcance de otros, ya que ha de ser utilizada para repetir este ritual, no debe ser usada para otros fines.

5. Finalmente se comenzarán a apagar las velas, siempre recordando que no han de apagarse con un soplo, sino con la punta de los dedos humedecidos.

Se recogerán los restos de los inciensos y se colocarán junto con la velas en una bolsa que será arrojada a un caudal de agua, (el mar, un arroyo, un lago).

Las flores se pueden colocar, hasta que se marchiten, en la entrada de la casa.




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