Pedro hace hermosas artesanías con hilo

Hay pulseras de todos los gustos para que nadie se vaya sin la suya. | Fotos: Carlos Montoya.
Hay pulseras de todos los gustos para que nadie se vaya sin la suya. | Fotos: Carlos Montoya.

Don Pedro ha dedicado 20 años de su vida a la fabricación de estos accesorios que nunca pasan de moda.

GUADALUPE.- A grandes problemas, grandes soluciones, pues don Pedro González Díaz solía venir de paso a Zacatecas a vender sus pulseras y accesorios; pero la pandemia lo ha obligado a quedarse aquí un rato.

Desde hace 2 meses este artesano llegó a tierras zacatecanas para ponerse a trabajar en la elaboración de pulseras que vende en la Alameda de Guadalupe, atrás de la iglesia de los Sagrados Corazones.

Trata de ganarse la papa en la Alameda de Guadalupe, atrás de la iglesia de los Sagrados Corazones.

Don Pedro es originario del Estado de México y toda su vida la ha dedicado al comercio, pues es un oficio que le inculcaron sus padres y que ha sido una herencia para sus hijos.

Lo anterior, porque les enseñó cómo ganarse la vida honradamente a sus 8 hijos, dos de los cueles son menores de edad y por los cuales responde.

Solo venía de paso, pero ya tiene 2 meses aquí.

Este don tiene 49 años y siempre se ha dedicado a las artesanías hechas con hilo Omega y que generalmente las ofrece en las diferentes ferias de la República Mexicana, como Aguascalientes, Texcoco, Zacatecas, entre otras.

Por ello, cada año llega a tierras zacatecanas para instalarse en la Feria Nacional de Zacatecas (Fenaza) y vender los diferentes modelos de pulseras que él hace con sus propias manos.

Él se enseñó como los grandes, solo viendo a sus papás.

Sin embargo, debido a la epidemia de coronavirus, tuvo que buscar alternativas de trabajo y fue así que decidió instalarse en la tierra de cantera y corazón de plata.

Aquí puras cosas buenas

Don Pedro ha dedicado 20 años de su vida a la fabricación de estos accesorios que nunca pasan de moda y es lo que avala que tendrán en sus manos mercancía 100% genuina.

Es tan bueno que se tarda de 5 a 7 minutos en hacer una pulsera.

A decir del don mexiquense, sigue disfrutando su chamba como si fuera la primera vez que lo hace, lo cual lo llena de orgullo, pues rescata una tradición artesanal.

“Lo que más disfruto de mi trabajo es conocer lugares de la República y obviamente conocer nuevas personas con costumbres diferentes,” comentó don Pedro.

Además, platicó que se enseñó a hacer pulsera como antes, es decir solo mirando a la gente que lo hacía, “aprendí empíricamente” señaló y esa habilidad ha representado el sustento de su familia desde hace 20 años.

Es así como este hombre se gana la vida vendiendo sus pulseras a un precio razonable, al alcance de todos

Aprovechen, porque don Pedro se va a su estado natal en diciembre.

Además, si lleva prisa no hay problema, pues el mexiquense se tarda de 5 a 7 minutos en hacer una pieza, casi casi las hace a ojo cerrado, porque sus manos están amaestradas en lo que tienen qué hacer.

Así que vaya a echarse una vuelta con Pedro que está de 9 de la mañana a las 6 de la tarde y trabaja los 7 días de la semana.

Aunque no hay mucho tiempo, pues el don planea irse de Guadalupe a mediados de diciembre para reencontrarse con su familia y pasar con ellos esas fechas especiales.




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