Para unas buenas salsas, ¡pase, pase! Al puesto de don Toño Leos

El fresnillense siempre va acompañado de su esposa. | Fotos: Ángel Martínez.
El fresnillense siempre va acompañado de su esposa. | Fotos: Ángel Martínez.

Don Antonio Leos y su esposa se ganan la vida con lo que cosechan en sus tierras.

FRESNILLO.- Ahora lo invitamos a conocer a don Antonio Leos, un señor trabajador, que se supera y se gana el pan de cada día con sus tierras y lo que cosecha de ahí.

Él es originario de Estación San José y pueden verlo en el puestecito en los mercados de Fresnillo, vendiendo sus chiles, nueces y cacahuates a precio justo.

Don Toño es campesino de oficio, y aprendió a serlo desde muy niño, pero para mantenerse combina esta actividad con el comercio. Y así lo verán vendiendo sus productos en los tianguis de su localidad.

Vende chiles, nueces y cacahuates.

El fresnillense no anda solo, cuando vende sus chiles y nueces va acompañado por su esposa, que le ayuda a atender el puesto y a manejar el dinero. Así los dos se mantienen bien activos.

De inicio, nos dice don Toño que lo de los negocios no era lo suyo, pero fue hace 5 añitos que se animó a vender lo que sembraba. Desde entonces le ha seguido porque, arriesgarse por esos lados le ha dado buenos resultados.

Su esposa le ayuda a atender el puesto y manejar el dinero.

Y es que la necesidad es dura y a todos nos obliga a siempre estar buscando formas de salir adelante y dar lo mejor de nosotros.

Desde tempranito el don y su esposa se paran y preparan sus cosas del puesto para irse derechito a Fresnillo. Ahí en los días de tianguis, se instalan y con muy buena cara atienden a sus clientes.

Orgullosamente de campo

Así verán a Don Toño y a su esposa desde las 7 de la mañana hasta que acaban las ventas de sus chiles secos en el tianguis.

Según cuenta don Leos, son las señoras de la casa son las que más le compran; sobre todo le piden chile guajillo, ya sea para las salsitas o para un buen asado.

Por lo anterior, él siempre les ofrece lo mejor para que siempre salgan bien deliciosos los platillos de su clientela.

Se gana el pan de cada día con sus tierras y lo que cosecha de ahí.

Don Leos nos dice que así va de tianguis en tianguis, contento de poder dar lo mejor de sus cosechas, porque está muy orgulloso de dedicarse a la tierra tal como lo han hecho en su familia.

Pues, el campo ha sido una tradición larga que se han pasado de generación en generación y gracias a este bello oficio se ha mantenido él, sus antepasados y hasta sus hijos, pues dos de ellos también se dedican a la tierra.

Los chiles en tiempos del Covid

Aún cuando la tierra siempre es agradecida y le da cosecha, su sostén económico depende sobre todo del comercio, y con las contingencias por el Covid, se las ha visto negras a la hora de sacar adelante el trabajo.

Don Toño siempre ofrece los mejores productos.

Aunque don Leos no se desanima ni se queda con los brazos cruzados, dice que no puede hacerlo, porque su familia depende de él y su trabajo tanto en el mercadito, como en la siembra.

Así que ahí sigue, firme en darlo todo y le sigue dando duro, sembrando bajo el sol o la lluvia y vendiendo aún con el riesgo de los contagios.

Así que ya sabe, si anda por los tianguis de Fresnillo y quiere unos buenos chiles secos, puede darle una vuelta a don Toño Leos y su mujer, quienes lo atenderán con gusto.

Su sostén económico depende sobre todo del comercio.



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