Para recuperar la pasión perdida

Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
Confía en la magia de Dumbar el Curandero.

Frase del día: Aprendí que lo que me molesta se evita y que donde la ignorancia habla, la inteligencia calle. Sin duda se vive más tranquilo.

Necesitarás:

  • Miel
  • Canela
  • Un limón
  • Una cinta de más o menos un metro y de color rojo
  • 3 velas, una roja, una azul y una blanca
  • 3 alfileres, uno de cabeza roja, uno de cabeza azul, uno de cabeza blanca
  • Una foto de cada una de las personas que hay que acercar o endulzar.

Escribe en cada una de las velas con la punta del alfiler de su mismo color, el nombre de las personas que se quieres acercar, escribiéndolo de la cabeza desde la base hasta la mecha.

Unta con un poco de miel y espolvorea con un poco de canela, sacude la vela para que se retire el exceso.

Coloca las fotografías de las personas a acercar enfrentadas una encima de la otra, de manera que coincidan las fotos por la parte impresa.

Pon un poco de miel y canela en cada una para que al juntarlas se queden pegadas.

Haz un agujero en el limón lo suficientemente grande para que quepan dentro las fotografías, enrolladas y plegadas que se han preparado con antelación.

Enrolla alrededor dando un nudo en cada vuelta la cinta roja, ata bien en la última vuelta para que no se suelte.

Entierra este atado en el jardín, o en cualquier sitio donde haya plantas vivas, y si las plantas son jóvenes y están en crecimiento, por ejemplo pequeños brotes de rosales, árboles, etcétera, mejor aún.

Procede con las velas, encendiéndolas con un cerillo de madera en cada uno de los 9 días siguientes y a la misma hora de salida de la Luna, ( cada día saldrá a una hora distinta, por lo que se tiene que ser muy constante).

Mantén las velas encendidas durante unos 10 o 15 minutos cada día. El noveno día, que será el último del ritual, tienes que tener las velas encendidas hasta que se consuman.

Con todos los restos que nos hayan quedado, de velas, canela, etcétera, debes hacer un paquete y enterrarlo en algún lugar donde no pueda ser desenterrado por nadie de forma casual.




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