Para las enfermedades de garganta

Frase del día: un suspiro no es más que el final de un largo sufrimiento.

Se le puede pedir por la sanación de uno mismo, de un familiar o de un amigo o conocido. Este ritual lo hacía la mamá de mi abuela, ella era muy católica y les comparto cómo lo
realizaba.

Primero llevaba dos velas blancas a bendecir, luego las ponía a los lados del enfermo y las encendía para después decir la siguiente oración:

“San Blas milagroso médico por excelencia obispo y mártir poderoso santo patrón de los nadadores marineros y ahogados libra a (nombre completo del enfermo) aquí y ahora de todo mal de cuerpo y alma y de todos los males de garganta San Blas bendito que se ahoga el angelito.”

“Rompe todos los hechizos rompe todos los conjuros rompe todas las maldiciones derrama tu bendición sobre (nombre completo del enfermo) San Blas bendito que se ahoga el angelito.”
“Saca los espinos aleja el litigio el exceso de cólera cuida y libera a (nombre completo del enfermo) concédele alivio y salud aleja el dolor y el malestar San Blas bendito que se ahoga el angelito.”

“Pon sobre (nombre completo del enfermo( tus manos milagrosas santifica estas velas que aplico en la garganta para que se vea libre de todo mal San Blas bendito que se ahoga el angelito”.

“Gracias, gracias, gracias por tu protección que así sea y así es.”

Cuando la persona se aliviaba, las velas las guardaba amarradas con cintas blancas y las usaba durante una tormenta, pues al encenderse se contribuirá a acortar el temporal.




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