Para la tristeza

Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
Confía en la magia de Dumbar el Curandero.

Frase del día: En el momento en que dejas de pensar en lo que puede pasar, empiezas a disfrutar de lo que está pasando.

Cuando mi abuela veía triste mi mirada, iba a la cocina, agarraba un huevo de gallina, cortaba un poco de ruda y un manojo de salvia, los pasaba por todo mi cuerpo empezando por mi coronilla.

También ahí rezaba, yo sentía cómo me recogía la tristeza, y me regresaba el amor por la vida. Después de limpiarme me daba un té de manzanilla y acariciaba mi pelo con sus alas olor pimienta.

La farmacia de mi abuelita estaba en su cocina, en los vegetales y en las plantas, en sus mantecas y grasas, tenía una sucursal en su jardín.

Ella hacía tratos con las flores, hablaba con los pájaros, la tierra la escuchaba. Era amiga de los elementos, ella me contó de la importancia de esos abuelos. Me presentó con ellos, hicimos alianza.

Ella me dejó esas enseñanzas, y otras tantas que despiertan en las memorias de mi danza, me dejó secretos en la matriz, en el corazón y en la panza.

Ella me hizo rezadora, de ella aprendí los rituales, me contó de la importancia de mi altar, me sembró su fe en mi mirada.

Foto: Cortesía.



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