FRESNILLO.- Noel Nájera Pérez es carpintero desde hace 4 años; su materia prima son las tarimas.
Así es, la mayoría de los muebles que hace el fresnillense son a base de esas plataformas de madera que mucha gente tira a la basura; pero él ayuda a la economía, al medio ambiente y todos salen ganando.
Produce muebles hermosos con madera abandonada.
La idea de reutilizar las tarimas inició con una casita para perros que su mamá necesitaba; pero no había mucho presupuesto, en eso a Noel se le ocurrió usar lo que estaba a la mano y utilizó una tarima que estaba en casa.
En esa ocasión le gustó mucho cómo quedó el jacalito, y el estar lijando las piezas, atornillarlas, pintarla y todo esos menesteres que hacen los carpinteros.
Cuida mucho sus herramientas.
“Yo trabajaba en una empresa refresquera y luego empecé con la inquietud de hacer cosas de madera“.
“Hubo alguien que me regaló las tarimas y no tenía herramientas; pero sí las ganas de aprender. Por ello, en ese entonces tarde en hacer mi primer casa de madera en 22 días”, recordó.
Cuando la gente vio la casita hecha, le preguntaron a la mamá de Noel quién le había hecho el trabajo y cuando les dijo que había sido su hijo, le dijeron que tenía talento que solo era promocionar lo que él hacía.
De esta manera a Noel se le ocurrió dar a conocer su trabajo a través de redes sociales.
Tiene ya varios años dedicándose a este negocio.
Lo anterior, fue una manera más práctica de que la gente conociera su trabajo; y así, hubo quién se animó a encargarle sus primeros trabajos. De esta manera se hizo de sus primeros clientes.
Quienes le hacen un encargo a Noel sabe que son trabajos bien hechos; aunque el carpintero fresnillense agradece la preferencia debido a que existe bastante competencia actualmente en tema de la carpintería.
Perfeccionar o morir
A pesar de que muchas cosas Noel las aprendió por sí mismo, también se dio a la tarea de acercarse a expertos para aprender más del tema.
Además, con el paso de los meses se hizo de sus propias herramientas.
Usa productos de primera calidad.
Agradecido con quienes lo apoyan
“Agradezco a mi familia, principalmente a mi esposa, Sandra Pérez Hernández; y a mi mamá María del Rosario Pérez, porque me han apoyado mucho.
La primera siempre ha estado conmigo desde que puse la carpintería; mientras que la segunda me dio el apoyo económico y moral, porque muchas veces andas con la ánimo abajo.
Por último a la virgencita de Guadalupe, quien la siento presente en el trabajo, por ello el nombre de mi taller es en honor a ella, Mi Morenita”, dijo un agradecido Noel.
Poco a poco se hizo de sus propias herramientas.
A pesar de todo, él no se rinde e inicia su trabajo en el taller, ubicado en la colonia Venustiano Carranza, desde las 9 de la mañana y hasta las 6 de la tarde.
Así que ya sabe, bueno, bonito y barato es el Taller Mi Morenita, échese una vuelta y vea lo que las manos de Noel son capaces de hacer.
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