Descubre el encanto de los Conos de Santa Mónica

Lleno de historia, misterio y aún en pie se encuentran los conos de Santa Mónica, donde alguna vez fue hogar de un pintor y hasta hotel lo hicieron.

GUADALUPE.- Lleno de historia, misterio y aún en pie se encuentran los conos de Santa Mónica que son 22 silos que en principio eran bodega; pero que alguna vez fue hogar de un pintor y hasta hotel lo hicieron.

La historia de estos silos comienza cuando en el siglo 19 los empezaron a construir para para guardar granos y semillas, como el maíz, el frijol y el trigo.

Los construyeron para guardar granos, como el frijol.

Lo anterior debido a que fue parte de los terrenos de la exhacienda de San Juan de Trancoso, la que en su mayoría se encuentra en la cabecera municipal que lleva el mismo apellido.

Actualmente, los silos de Santa Mónica, como también se le conoce se ubica a un costado de la carretera federal 45, en el tramo Las Arsinas a Guadalupe.

Todo comenzó por un pintor

Los conos se hicieron famosos hasta el siglo 20, luego de que vivió en el lugar el pintor Francisco Goitia y de ahí se inspiró para hacer una famosa pintura.

La imagen se dio a conocer internacionalmente y por ello algunos inversionistas extranjeros, estadounidenses en específico, pensaron en cómo hacer negocio con el lugar.

No es por presumir; pero en el lugar vivió el pintor zacatecano Francisco Goitia.

Al observar los silos hechos de cantera y caliche pensaron que el espacio podría ser un complejo hotelero; sin embargo, para su mala suerte no tuvo el éxito esperado.

Por muy poquitos años, el hotel mantuvo a locales; pero, después de eso volvió a las ruinas, pues se olvidaron de los conos.

Los gringos querían que funcionara como hotel y no les salió.

Parecía que había una luz

Durante muchos años los gigantes de Santa Mónica estuvieron en el olvido hasta que se les prendió el foco en 2019 a los del Gobierno Estatal.

De esta manera, a través de la Secretaría de Turismo, se puso en marcha un proyecto para reactivar y dar vida nuevamente a este espacio.

En total son 26 silos, hechos de cantera y caliche.

Lo más llamativo que ofrecían es que había recorridos guiados y al finalizar se hacía un tipo kermes, donde se vendían antojitos muy zacatecanos.

Ubicado a 20 kilómetros de la capital zacatecana, en este mágico sitio se podía degustar delicias como chocolate, encurtidos, ate de membrillo, gorditas y tacos de guisados.

Aunque para los más sofisticados también se ofrecían quesos, vinos, mezcal, cerveza artesanal, atole de cacahuate y de guayaba, champurrado, pan, bebidas de fruta natural y café de olla.

Una de las atracciones más espirituales es tener una boda con etnias raramuri o wixárika y hasta estaba disponible para eventos.

Lo reabrieron para el turismo y le cayó la maldición del Covid.

Sin embargo, tal parece que los Conos de Santa Mónica están encantados, pues el lugar estaba tomando vida hasta que apareció el Covid 19 o Coronavirus y lo tuvieron que cerrar otra vez.

Pero, como dicen las abuelitas: “no hay mal que dure 100 años,” así que esperemos que los silos vuelvan a brilla con zacatecanos disfrutando de una boda o una comida entre familia.




Más noticias


Contenido Patrocinado