No le adorne más, el rancho también es cultura

Hay que sacar a pastar a las borregas para la birria. Fotos: Carlos Montoya
Hay que sacar a pastar a las borregas para la birria. Fotos: Carlos Montoya

Ceca de la colonia Lázaro Cárdenas se encuentran tierras fértiles que le dan de comer a un rebaño.

ZACATECAS.- A tan solo unos cuantos pasos de las serranías colindantes con la colonia Lázaro Cárdenas todavía son tierras fértiles, donde los últimos pastores de la zona sacan a pastar a su rebaño.

Estas tierras aún se resisten al avance del desarrollo urbano y es que la vida en el campo es mejor que el de la ciudad.

Al circular por la nueva vialidad Manuel Felguérez, a lo lejos se pueden observar decenas de ovejas, quienes parecen forman una enorme cobija de lana, comiendo de la tierra fértil.

Mientras se transita por la vialidad Manuel Felguérez se pueden observar a veces los chiveros.

Cinco perros pastor australiano están al pendiente de ellas yendo de un lado para otro cuidando al ganado.

En medio del rebaño, está el pastor disfrutando la tranquilidad del cerro, contando sus ovejas mientras sus perros las cuidan.

Al bajar por caminos estrechos, las ovejas se amontonan y forman un nudo de lana muy agradable a la vista del espectador.

Esta es la vida campirana que persiste adentro de las ciudades y que se niega a desaparecer ante el crecimiento urbano que se abre paso entre cerros y montes.

Tanto las costumbres, como las tierras, se resisten al avance de la mancha urbana.

El campo es cultura

Lejos de hacernos creer que nuestro Zacatecas es un lugar atrasado porque aún persisten estas actividades, deberíamos sentirnos orgullosos.

Lo anterior, porque todavía perduran estos estilos de vida que enriquecen y diversifican nuestro bagaje cultural.

Dicen que la gente de campo es más amable que los de la ciudad, ¿por qué será?

Conviene recordar que la palabra “cultura” proviene de “cultivar”, que es una actividad netamente de campo y de donde provienen los alimentos que se encuentran en casa.

Sin duda el estar en contacto con la naturaleza te relaja y es un lugar de desestrés, pues te sientes libre y sin ninguna preocupación.

Que chulada, ¿no?

Ahora con las lluvias, los animales tienen mucho que comer.



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