Lugar de fe y devoción, el Santuario del Niño de las Palomitas

Fotos: David Castañeda.
Fotos: David Castañeda.

Construido en la década de los 70, el Santuario del Niño de la Palomitas es un espacio lleno de fe y agradecimiento a Dios, quien es representado en forma de infante.

TACOALECHE. – Construido en la década de los 70, el Santuario del Niño de la Palomitas es un espacio lleno de fe y agradecimiento a Dios, quien es representado en forma de infante.

El que esta figura esté postrada en Tacoaleche, se resume al nacimiento de Egido Zaluaga en España en 1879, quien al crecer se convirtió en Fray Clemente de San José, cuando ingresó a la Orden Carmelita.

 

Cada 7 de enero el Niño de las Palomitas es festejado.

De acuerdo a los registros, Fray Clemente recibió por parte de Josefina Larrañaga una escultura de un Niño Dios que medía aproximadamente 30 centímetros de alto y que en sus manos sostenía dos palomas.

Este presente se convirtió en el impulso para que el religioso predicara la fe en sus viajes por el continente americano, principalmente en México.

Peregrinos de todo México acuden para pedirle milagros.

De esta forma, en todos los lugares donde se quedaba, siempre había un pequeño altar. La gente comenzó a observar la abundancia de milagros en las zonas que recorría, por lo que su fama y cariño creció rápidamente.

Ya en la época de los 70, doña Catalina Neri de Villalobos presenció el milagro de su sanidad, ya que se encontraba muy enferma y por las plegarias de sus tías, quienes eran religiosas clarisas, se dio el regalo que adjudicaron al Niño de las Palomitas.

En 1989, la figura del Niño se estableció en el lugar actual.

Su rápida e inexplicable sanación fue el motivo por el que doña Catalina mandó a hacer una imagen del Niño basada en una medalla, con el fin de rendirle culto en el oratorio de la Virgen de Fátima.

La escultura fue terminada en 1973 y colocada en el oratorio el 13 de mayo de ese mismo año.

La iglesia está a las afueras de Tacoaleche.

En 1989, debido al gran fervor y afluencia de creyentes, se le cambió al actual santuario ubicado en las orillas de Tacoaleche.

El Niño de las Palomitas es festejado año con año el 7 de enero, y de acuerdo a las creencias religiosas, las palomas representan las almas de niños que son cuidadas por él.

Desde la década de los 70, el santuario existe en la comunidad de Guadalupe.



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