Los Blas convierten la tradición en barro

Las calabazas son elaboradas y pintadas a mano. / Fotos: Carlos Montoya.
Las calabazas son elaboradas y pintadas a mano. / Fotos: Carlos Montoya.

Joaquín trabaja como alfarero desde que tenía 15 años; su changarro lo ponen por Wal Mart, a un lado de El Portón

ZACATECAS.- Se aproxima el Día de Muertos y Joaquín Blas González lo sabe, es por ello que ya puso su talento en marcha y, como cada año, ya comenzó a vender las tradicionales calabazas de barro que él mismo fabrica y decora desde hace 21 años.

Originario del municipio de San Ildefonso, Querétaro, Joaquín es la tercera generación de una familia de alfareros y aprendió el oficio a la edad de 15 años gracias a sus abuelos y padres, quienes les enseñaron las técnicas que implican realizar esta actividad artesanal.

Sin conocer mucho del estado llegó a Zacatecas para quedarse, pues uno de sus objetivo era abrir mercado y lo consiguió, pues desde hace 8 años radica en esta “tierra de cantera rosa y corazón de plata” de la cual, por el momento, no piensa dejarla.

“En mi tierra (San Ildefonso) todos son alfareros, traigo a Zacatecas un pedacito de ella para que la gente conozca a lo que nos dedicamos y de lo que vivimos, comemos, nos mantenemos y siempre hemos salido adelante”, comentó Joaquín, de 36 años.

Junto con él trabaja su sobrino Sergio Blas y su primo César Blas, quienes representan a la nueva sangre de alfareros que tienen por convicción mantener esta tradición que pone en el mapa a su terruño.

Tradiciones queretanas en tierras zacatecanas

Entre todos coordinan esfuerzos para hacer las singulares creaciones a partir del barro, como son las alcancías en formas de divertidos cerditos y gatos.

También elaboran jarritos y cuando es el mes del día de Brujas y después el de los Muertos, las calabazas no pueden faltar.

Los Blas trabajan con meses de anticipación para que cuando llegue la fecha no haya imprevistos y la venta salga conforme a lo planeado, lo que han logrado todos los años desde que llegaron a Zacatecas.

Su día comienza a las 7 de la mañana, cuando suben toda la mercancía a la camioneta para transportarla al punto de venta que tienen en el crucero de Walmart y Soriana; posteriormente acomodan todas las figuras tanto en el suelo como en la estantería para su exhibición.

Pasadas las 8 de la mañana comienzan a vender y ellos no pierden el tiempo, pues mientras caen los clientes, detallan a mano las creaciones de barro que aún no están terminadas para que luzcan presentables y sean más atractivas para el público.

Otros productos que también ellos fabrican son las Juanitas, que son las típicas muñecas de trapo vestidas con indumentaria mexicana.

Joaquin Blas es alfarero, comerciante y tiene la responsabilidad de seguir manteniendo vivo este legado familiar, motivo por el cual también enseña a las nuevas generaciones de su familia para que sigan haciendo de la alfarería una tradición muy mexicana.




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