Limpiar y proteger el aura: cristales para elevar tu vibración

Confía en la magia de Dumbar el Curandero.
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Frase del día: Pensar es fácil, actuar es difícil y poner los pensamientos en acción es lo más complicado del mundo.

Los cristales son quizás las herramientas más usadas para limpiar y proteger el aura, ya que reúnen muchos beneficios, entre ellos el efecto energético prolongado y la discreción, ya que pueden ser utilizados como joyas u objetos decorativos.

Al momento de estudiar los cristales utilizados para limpiar y proteger el aura, podemos dividirlos principalmente en dos grupos: los que tienen cualidades purificadoras y los que funcionan como resguardo.

Hay algunos cuarzos que tiene doble función, sin embrago, necesitan de una programación, es decir, es tener varios especímenes de amatista y darles una función a cada uno (un cristal para limpiar, otro para proteger y una drusa para recargas).

Partiendo de esta idea, los cristales más utilizados para limpiar el aura son:

  • Cuarzo cristal (purifica y repara el aura)
  • Ámbar (alinea los cuerpos etéricos)
  • Cuarzo citrino
  • Amatista
  • Piedra de sangre
  • Kunzita
  • Selenita
  • Labradorita
  • Petalita (contra entidades y remanentes del karma).

Por su parte, algunos de los cristales empleados con el objetivo de proteger el cuerpo áurico, son:

  • Ónix negro (contra ataques psíquicos)
  • Turmalina negra (absorbe la negatividad)
  • Ojo de tigre (ayuda a crear sanos límites)
  • Cuarzo ahumado (corta pensamientos negativos)
  • Amatistas (transmutar)
  • Cuarzo citrino (contra los pensamientos tóxicos)
  • Obsidiana negra
  • Fluorita (escudo psíquico)

Ten presente que antes de utilizar un cristal es necesario purificarlo de energías discordantes a la propia, que pudo haber recibido en el proceso de extracción y comercialización.

Existen distintos métodos para limpiar cristales:

  • Como colocarlo debajo de agua corriente
  • Rodearlo con el humo del incienso o palo santo
  • Sumergirlo en un tazón con arroz o sal rosada
  • Lavarlo con una infusión de agua y sal marina
  • Enterrarlo (en tierra o un matero).

No olvides que algunos cristales pueden ser sensibles al uso del agua o la sal, por lo que es conveniente investigar este punto, antes de proceder con la limpieza.

Una vez purificado el cristal, se procede a recargarlo, ya sea con la luz del Sol, la Luna, la Tierra o una drusa de amatista.

Además, hay que programarlo con el objetivo que se le dará, mediante un proceso de visualización y sosteniendo la piedra en la mano dominante (aquella que se usa para escribir).

El procedimiento puede repetirse siempre que se considere necesario.

Si en algún momento sientes que el cristal cumplió su cometido y no precisas tenerlo contigo, realiza una nueva limpieza, agradécele por el aporte energético que te ofreció y entrégalo a la tierra, una gruta o una corriente de agua natural.

También puedes guardarlo, por si lo requieres posteriormente.




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