Laura y su arte en porcelana fría

NOCHISTLÁN.- La tierra del Minero Roque, la Primera Guadalajara, es también el hogar de Laura Rodríguez González, una mujer de increíble habilidad con las manualidades, especialmente las figuras delicadas como muñecas, las cuales son elaboradas con porcelana fría, una especie de masa parecida al migajón, pero de mejor calidad.

Momentos, es el nombre que Laura eligió para su trabajo elaborado bajo esta técnica, ya que precisamente se dedica a crear detalles para inmortalizar momentos que marcan la vida de las person, una boda, unos 15 años, un bautizo, una graduación; se vuelven instantes perfectos que logra congelar en el tiempo o como un regalo especial hecho a mano.

 

Un talento natural para la creación

El gusto por el arte en porcelana lo adquirió gracias al amor que su madre tiene por las manualidades, lo que hace que este pequeño pasatiempo sea algo muy especial para Laura.

Ella inició hace ya varios años y comenzó elaborando flores, pero ella misma reconoce que no son su fuerte, por lo mismo no le gustan mucho; sin embargo, las figuras como muñecas, esas sí que la inspiran a poner lo mejor de sí en cada pieza que le es encomendada.

Detalla que el modelado de porcelana fría lo ha aprendido a través de cursos virtuales y para su gusto, son los argentinos quienes mejor realizan este trabajo, y menciona que algunos de sus ídolos en este arte son Silvia Periri, Marisol Romero y Jorge Rubíes, que son unos buenazos.

Un oficio que nació sin querer

Además, Laurita detalla que la primera pieza que hizo fue un nacimiento para Navidad, esto porque su hijo pequeño el cuestionó que no hubiera ornamento decembrino y le preguntó si en su casa no había Navidad, así que para que no pasara desapercibido, hizo un tradicional nacimiento.

Luego, cuando su hijo realizó su Primera Comunión, ella misma hizo los recuerdos y una de sus invitadas, al ver su gran talento, le hizo su primer pedido, lo que marcó el cambio de su pasatiempo a un negocio real que le permite tener ingresos extras.

Uno de sus primeros pedidos especiales fue una chef, que es una de sus piezas preferidas, incluso a modo de anécdota comenta que le dijo a su clienta “me la podrías regalar”.

Porcelana fría, sólo para valientes

Por otro lado, platica que el trabajo en la porcelana fría requiere de condiciones climáticas especiales, y es más fácil manejarla en primavera o verano, cuando no hace frío o está lloviendo, ya que la humedad y el frío hacen difícil que seque la porcelana, y cada pieza debe hacerse por separado y una vez que seca ensamblarse.

También señala que es más fácil comprar la masa de porcelana ya hecha, pero también puede elaborarse, pues es una mezcla de pegamento blanco, maicena y algunos químicos como glicerina o benzoato de sodio, y se trabaja caliente; sin embargo, debe hacerse con mucho cuidado pues puede ocasionar quemaduras que dolerán bastante.

Laura compartió que, aunque prácticamente todo el trabajo se hace a mano, existen herramientas que son muy útiles como la vaina, modeladores, acocadores y el rodillo para laminar la pasta, y éstas facilitan sus trabajos, además pinceles finos para la pintura de las piezas es también muy importante.

El amor reflejado en cada creación

Para Laura cada pieza es única y especial, aunque señala, se requiere paciencia para cada trabajo, también el talento y la habilidad para realizarlo, y esa es quizá la clave para hacer piezas excepcionales, el amor y dedicación que deja en cada uno de sus trabajos.

Finalmente, Laura mencionó y pide a todos los que se dedican a hacer artesanías, que hagan lo que aman y que lo que elaboren lo hagan con amor, con entrega y pasión, pues el amor se verá reflejado irremediablemente en cada pieza.