La Presa del Chique, un paraíso con una leyenda del tesoro

ZACATECAS.- Cuando escuchamos que hay tesoros escondidos en un lugar, siempre pensamos Europa o Asia; pero, Zacatecas tiene uno y está en el fondo de la Presa del Chique, donde hay espíritus que lo custodian.

Pero, vamos por partes, esta presa se encuentra a 30 minutos o menos de la cabecera municipal y es una de las más grandes de Zacatecas.
Empezaron a construir El Chique en los años 50 y como es un lugar donde las corrientes de agua son comunes, pensaron en hacer una planta para generar energía.

Por ello, empezaron a hacer la termoeléctrica; pero, al ver que era muy costosa se rajaron y abandonaron el proyecto, cosa que nunca pasa en nuestro México.

Una vez al año, si el temporal de lluvias es bueno, la presa abre su cortina y se logra tener una enorme cascada hacia los peñascos, lo que hace un espectáculo impresionante.

El Chique es un lugar para relajarse, para desconectarse del mundo y con las cabañas que hay en el sitio se puede pasar un fin de semana inolvidable.

Las familias en la comunidad dependen casi en su totalidad de los recursos naturales de la zona, que va desde su flora y su fauna.

Por ello, se dedican a la pesca y de esta manera los que se suben a las lanchas saben de primera mano lo que pasa en esas aguas.
Las voces debajo del agua

Cuando no es temporada de lluvias, se puede ver con claridad un casco de una vieja hacienda, donde hay habitantes que no son de este plano sino de otro.

A los pescadores nadie les platica, ellos mismos han escuchado voces, lo que da pie a distintas historias que cuentan los pobladores.

Una de ellas es que como hay tesoros en ese casco y más allá de las profundidades de la presa, hay espíritus que cuidan que nadie los tome.

De hecho, en ocasiones estas entidades son capaces de darte un buen susto si te acercas mucho a sus lugares de descanso.

Además, a decir de los pobladores a veces se escuchan voces, desde las más tranquilas hasta las más aterradoras, las que pueden ser los guardianes del lugar o los espíritus de bajo astral.

Los que no creen en estas leyendas dicen que esas voces son debidas a los animales de la presa, pues hay de todos tipos, desde los que vuelan, se arrastran o hasta que caminan cerca del agua.

Lo que sí es un hecho es que El Chique es un paraíso al estilo zacatecano, el que incluye una leyenda del tesoro, espíritus del más allá y hasta cascadas que “ya las quisiera Obama.”