Historia, gastronomía y calidez en Calera

Sus templos tienen mucha historia.
Sus templos tienen mucha historia.

Los calerenses siempre reciben a los turistas con una sonrisa en el rostro y les muestran sus hermosos edificios.

CALERA.- Ubicado a 15 kilómetros de la capital, el municipio de Calera se destaca sin duda alguna por su crecimiento industrial, aunque también es un sitio lleno de mucha historia.

De acuerdo a investigaciones de especialistas, su nombre viene de la producción de cal que había en la región en la época de la colonia.

Gracias a Benito Juárez se declaró municipio y se estableció la cabecera municipal como Calera de Víctor Rosales.

Asimismo, este municipio se encuentra en lo que fue el paso de plata y minerales de las distintas minas de Zacatecas, el conocido Camino Real, que se dirige hasta lo que hoy es la Ciudad de México.

 

Existen algunas haciendas en sus comunidades que son testigos mudos del tiempo y el paso de los años.

Su estación del tren sin duda también es un sitio lleno de historia, y es que ahí llegó el General Francisco Villa el 21 de junio de 1814 para iniciar las estrategias de La toma de Zacatecas.

La estación de tren y sus bodegas fueron puntos estratégicos para los villistas en aquella época, ya que desde ahí, Doroteo Arango planeó la estrategia que lo llevó a la gloriosa Toma de Zacatecas.

 

Por si no fuera poco su gran legado histórico a lo largo de los años, en la actualidad este municipio se distingue por ser el corazón industrial al albergar varios parques industriales con empresas importantes de talla internacional como el grupo cervecero y Cesantoni por mencionar algunos, también en este municipio se encuentra el Aeropuerto Internacional.

También su gastronomía, la cual ha sido una mezcla de ciudades grandes y de la propia capital, ofrece a los visitantes platillos como carnitas, pollo asado, birria y menudo, por mencionar algunos, por lo que no se considera que haya un platillo típico del municipio.

 

Aunque su cabecera municipal es un sitio industrial, la calidez de su gente y sus extensas praderas ofrecen paisajes y una acogedora estancia.




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