Hay que ir a los deliciosos viernes en el tianguis de Jalpa

No puede faltar el tostadero para satisfacer el antojo. Fotos: Rocío Ramírez.
No puede faltar el tostadero para satisfacer el antojo. Fotos: Rocío Ramírez.

Lo colorido del tianguis es que se oferta de todo, desde frutas y verduras, hasta ropa, antigüedades y herramientas.

JALPA.– Los viernes son los días más esperados en Jalpita La Bella, pues llega el tradicional tianguis a la calle Victoria, la cual se llena de sabores, colores y texturas que le da ese sabor de pueblito que todos aman.

Apenas salen los primeros rayos del sol y los comerciantes del tianguis comienzan a armar sus toldos, poner sus mesas, sus sombrillas y acomodar su mercancía.

Las frutas y verduras más frescas y baratas de la región.

Lo colorido del tianguis es que se oferta de todo, desde frutas y verduras, hasta ropa, antigüedades, herramientas, juguetes tradiciones y, sobre todo, ofrecen los platillos de todo tipo.

Los que se encargan de hacer las compras para comer en la semana, aseguran que las frutas y las verduras en el tianguis son ligeramente más económicos que en el mercado.

Sin embargo, uno de los grandes motivos para ir al tianguis son sus sabores, aquí se dan cita los famosos Tacos Lupita, que tienen sus papitas doradas que saben a gloria.

Entre lo tradicional que se puede ver son las loterías.

Para los que son de gustos simples hay chicharrones de lonja, gelatinas, rebanadas de pastel y otras delicias, como la fruta picada acompañada de su chilito piquín y su limoncito.

Para el calorcito es común ver las frutas de temporada como las tunas, que ya casi se acaban; además de las calabazas de castilla y de casco, que son muy dinámicas al momento de cocinar.

Las huellas del pasado

También en el tianguis de los viernes se oferta bisutería, perfumes, trabajos de bordado en servilletas y manteles, lo que resalta el talento de las jalpenses.

No pueden faltar las herramientas de trabajo, algunas actuales otras antiguas; hasta metates y molcajetes, que pese a los tiempos modernos, todavía son vendidos y solicitados.

Los que también disfrutan de ir al tianguis son los pequeños, pues las niñas gustan de las vistosas muñecas vestidas de trajes típicos; mientras que los niños buscan los carritos de madera.

Las que no pueden faltar son las loterías, esas no pasan de moda, ya que son de las más vendidas, sobre todo en diciembre que vienen los norteños que las llevan para jugar con los niños.

A las niñas les gusta ir por las muñecas con vestidos típicos.

Vendedores de todos lados

Si hablamos de comida, las gorditas de nata son un gran motivo que lleva a los jalpenses y de otros municipios vecinos a recorrer las calles hasta llegar al tianguis.

Antes de llegar al puesto, el olor exquisito a canela y mantequilla atrae hasta los paladares más exigentes y llegan hasta donde está un comal rectangular de tamaño mediano.

La mayoría de los fruteros son de Jalisco.

En esa plancha se cuecen las pequeñas gorditas, todas formadas y doraditas y aunque sus vendedores no son de Jalpa, ya los adoptaron los pobladores ya que han venido año tras año.

Otro de los alimentos más buscado en el tianguis son las tostadas, que venden a granel, las cuales no tiene límite, desde los 5 pesos o hasta los 50, que satisface un antojo o hasta hacer unas tostaditas con frijolitos.

El olor a canela y mantequilla es atractivo para quienes pasan por el lugar.

Los vendedores del tianguis recorren alrededor de 120 kilómetros para llegar hasta Jalpa, pues son originarios de Ixtlahuacán del Río, del vecino estado de Jalisco.

A pesar de que es pesado el viaje, a decir de los comerciantes, vale mucho la pena, pues los jalpenses son amantes de lo bueno, bonito y barato. Por ello, por lo regular siempre tienen muy buenas ventas.

Aquí también hay molcajetes.

Cocos frescos, nopalitos de la región y en otras ocasiones te venden hasta el corazón de las pencas que, con su buen chile de árbol, son un simple pero delicioso manjar.

Los tianguistas empiezan a recoger alrededor de las 2 de la tarde, pues hay mucho que acomodar, mucho que recorrer y esperar de nuevo a que sea viernes para venir a Jalpa a trabajar y darle color al tianguis.

Para las que no saben coser, aquí ya hay servilletas y hasta manteles bien hechecitos.



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