En tiempo de calor, visita los raspados de la Penca

Rafael vende raspados picantes y dulces. | Fotos: Rocío Ramírez.
Rafael vende raspados picantes y dulces. | Fotos: Rocío Ramírez.

Tiene 32 años dedicándose a preparar raspados.

JALPA.- En tiempo de calor, siempre cae bien un raspado salado con chamoy, chile y limón, pues aligera el día; si ha probado los raspados de Rafael Castañeda Sandoval sabrá que los de la “La Penca” son los mejores.

Rafael es un hombre que se ha dedicado casi toda su vida a la venta de raspados en Jalpa, donde ya es muy conocido por la población.

Se ubica en las calles 20 de noviembre y Juárez.

Si pone atención, lo puede encontrar en la esquina de las calles Juárez y 20 de noviembre; desde el mes de febrero comienza a vender, pues en Jalpa, ya parece verano con calor de hasta 30 grados centígrados.

Rafael comienza a trabajar al medio día aproximadamente, pero desde las 11 de la mañana sale de su casa y ya comienzan a detenerlo para comprarle un raspado o una agua fresca.

A medio día comienza a vender sus raspados.

En Jalpa el calor se hace presente casi todo el año, es por eso que Rafa sale a las calles a refrescar a la gente con sus raspados; un oficio que sigue desde hace 32 años.

Desde pequeño se dedica a vender

Rafa comenta que la vocación de su vida siempre fue vender, por eso desde que estaba pequeñito se salía de clases para ayudarle a su papá, don Pedro Castañeda, a vender raspados.

Su raspado más vendido es el de sabor vainilla con leche.

El sabor que más vende es el de vainilla con leche, este es su producto estrella, tanto así que, cuando no tiene ese sabor, prefiere no salir a vender, pues es lo que la gente busca.

El segundo sabor más tradicional es el “endiablado”; el más popular, el de jarabe de tamarindo que se acompaña con chamoy líquido y en polvo, jugo de limón, sal y chile picoso.

Ricos raspados picantes y dulces

De los endiablados, también hay otros ricos jarabes como el de piña que, combinados con el resto de ingredientes, sabe muy bien; también tiene de limón verde y natural; aunque éstos últimos no se le venden tan bien.

Sus raspados ayudan a combatir el calor.

Para Rafa, el trabajo acaba a las 6 o 7 de la tarde, a veces hasta las 9 de la noche, después regresa a su casa, donde su familia también se dedica a la venta; ellos venden ricos tacos de bistec y los famosos tacos de tripa, dorada o suavecita.

Tiene 32 años dedicándose a los raspados.

Así que ya sabe, si quiere quitarse el calor, visite a Rafael.




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