El puesto el Toro le quita el hambre con unos tacos al vapor

Don Marco lleva siete años en su negocio.

FRESNILLO.- Si tiene una hambre voraz y poco tiempo para comer, no dude en buscar a don Marco Jiménez y su triciclo, donde encontrará unos ricos tacos al vapor.

Estas delicias acompañadas de su salsa, limón y cebollitas caramelizadas le quitarán el hambre y le van a consentir el estómago en lo que descansa, rodeado de ricos olores y sabores.

Y es que desde hace 7 años don Marco Antonio Jiménez García sale en su triciclo a mercar sus tacos al vapor, y con eso se gana la vida de manera honesta, compartiendo su sazón.

Para Marcos lo mejor es dar un buen servicio a los clientes.

Si se pone atento, seguro que lo va a encontrar vendiendo sus taquitos por las principales calles del primer cuadro de la ciudad.

Tal como nos dice don Marco, sus tacos son para todos y reconoció que existe mucha competencia; pero cada cliente busca los alimentos que más le gustan.

Y es que sabiendo que la gente es agradecida con quien le ofrece lo mejor, don Marco siempre le da a sus clientes, un servicio de calidad.

Desde muy temprano prepara y pica todo para dar buenos tacos.

Desde las 9 de la mañana, este fresnillense prepara todo lo necesario para que la venta de sus taquitos se logre; es una actividad a la que le pone mucho corazón.

Ya son 7 años de sabor

Y es que, desde que don Marco aprendió a elaborar este platillo, siempre está buscando mejorarse y que le salgan más ricos.

Preparar estos alimentos conlleva mucho esfuerzo y tiempo adicional al de salir a venderlos, por lo que las actividades inician desde muy temprana y a diario para el dueño de los tacos El Toro.

Tal como nos cuenta don Marco, los tacos que más le piden son los de deshebrada y chicharrón prensado, que son acompañados por la tradicional verdura y salsas que brindan un sabor especial.

Si tiene prisa y quiere algo rico de comer los tacos del Toro son lo mejor.

Y es que los clientes no pueden evitar babear viendo su brillante taquito con su salsita recién hecha y con su cebolla asadita adentro.

Sus clientes en su mayoría son comerciantes establecidos de la zona Centro, pero como se ha de imaginar, con el Covid y la pandemia la cosa no le ha ido tan bien a don Marco.

También le ha pegado muy dura la inseguridad, que en conjunto son los principales obstáculos que enfrenta a día de hoy.

Los gajes del oficio

Tal como nos cuenta de su puesto, en últimos días sus ventas han bajado mucho, haciendo matemáticas, calcula que por ahí un 80%, pero pese al panorama se mantiene.

Lo anterior, porque a don Marco le gusta su trabajo, es el que le ha dado a su vida, le ha invertido mucho y está muy orgulloso de darle de comer al hambriento.

Los taquitos que más gustan son de chicharrón prensado y de deshebrada.

Tal como comenta, este changarro ha sido un estilo de vida que lo tiene muy satisfecho y que su buen esfuerzo le ha costado, sobre todo porque así puede realizar en sus tiempos y posibilidades, ya que es su propio jefe, esto le permite tener mayor autonomía.




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