El Dany te alegrará con sus gorditas

Dany vende gorditas al estilo Luis Moya.
Dany vende gorditas al estilo Luis Moya.

Daniel Díaz es un hombre trabajador que disfruta de su oficio al que está dispuesto a seguirse dedicando como lo ha hecho desde que tenía 25 años.

ZACATECAS.- Todos los días Daniel Díaz de León maneja 140 kilómetros ida y vuelta desde Luis Moya hasta la capital zacatecana con sus ricas gorditas que empieza a preparar durante la madrugada para que en punto de las 8:30 de la mañana comience a venderlas.

Antes de dedicarse a la preparación de este manjar zacatecano, Daniel de 40 años se dedicaba a pintar vehículos en su natal Luis Moya, hasta que un día decidió independizarse y ser su propio patrón.

Fue así que se entregó en cuerpo y alma al ramo de la comida, y que mejor con la preparación de las gorditas típicas de su pueblo, al que han puesto en el mapa generándole una identidad convertida en tradición y que atrae a miles de paladares dispuestos a saborearlas.

Desde hace 15 años, el Dany se dedica a este oficio y desde entonces ha sido el sustento familiar con el que ha sacado adelante a sus cinco hijos, quienes viven en Estados Unidos y a los que extraña infinitamente.

Viajes que cambian vidas

La historia de Daniel en las gorditas comenzó cuando elaboraba 20 de ellas, las cuales tenía que trasladar hasta la ciudad de Aguascalientes utilizando el transporte público y no se regresaba a su casa hasta que las vendía todas.

A Zacatecas llegó hace 12 años y se instaló por primera vez afuera del hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el Centro Histórico, lugar donde todavía las vende al igual que en la esquina de la secundaria Técnica 1 y a un lado del ISSSTE.

“Mi día comienza a las 3 de la mañana, cuando me levanto a preparar los guisados con los que relleno las gordas, la salsa, la masa y todos los otros complementos; trabajo unas 14 horas diarias y me gusta hacerlo,” comentó Daniel.

Entre los platillos que ofrece se puede saborear la deshebrada, frijoles con queso, bistec, chicharrón y huevo con chile; a la capital llega con 150 gorditas y “las vendo todas, gracias a Dios” comentó orgulloso de su trabajo.

“Me gusta y me motiva que la gente que prueba mis gorditas se vaya contenta y me diga que están buenas,” dijo Daniel quien termina con su venta entre el mediodía y la una de la tarde.

Daniel Díaz es un hombre trabajador que disfruta de su oficio al que está dispuesto a seguirse dedicando como lo ha hecho desde que tenía 25 años.




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