Desayune tamales a las brasas con doña Perla

La encuentra trabajando al final del Arroyo de la plata: Fotos: Carlos Montoya.
La encuentra trabajando al final del Arroyo de la plata: Fotos: Carlos Montoya.

Trabaja todos los días de las 7:30 de la mañana hasta medio día.

ZACATECAS.- Si usted es de esas personas que trabajan en el centro desde muy temprano, seguro ya conoce a doña Perla Azucena González, quien vende tamales y atole para desayunar.

Calienta sus tamales a las brasas.

Si no tiene tiempo de preparase un lonche, puede caminar a las calles Arroyo de la Plata y buscar el olor característico de los tamales de Perla.

Todos los días, a las 7 de la mañana, Perla se encuentra en la intersección de las calles Arroyo de la Plata, Justo Sierra y García de la Cadena; su día comienza prendiendo el carbón para calentar los tamales.

A las 7:30 ya están los primeros tamales.

Perla tiene ya 3 años vendiendo atole y tamales, éstos pueden ser rojos con carne de puerco, verdes de pollo y “sorditos” que, según, cuenta son los preferidos de la gente.

Cómo empezó su negocio

Fue en 2017 cuando Perla empezó a trabajar, la famosa familia dedicada a hacer otros tamales en Tacuba, la invitó a vender en otro punto de Zacatecas, cerca de la Plaza Bicentenario y el Colegio Margil.

También lleve su atole.

Perla, cuenta con un gran carisma y buen humor; le hace las mañanas a todos sus comensales:

“Lo que más me gusta de mi trabajo es venir de buenas, porque así se lo demuestras a tus clientes y se van contentos para después regresar por sus tamalitos”, comentó.

Con 43 años de edad, Perla es madre de dos hijos y, junto a su esposo, los han sacado adelante, dándoles el mejor ejemplo y muchos valores.

A las 7 empieza a prender sus brasas.

De lunes a domingo, de las 7:30 de la mañana hasta el mediodía, ella vende sus tamales al carbón; el rico aroma que desprenden, hace que se les antojen a la gente que va pasando por ahí.

Consuma los ricos tamales de Perla

Con Perla encuentra un delicioso atole de guayaba, pinole, chocolate y hasta de cajeta y, como si eso no fuera suficiente, también ofrece una salsa molcajeteada para darle un toque especial a los tamales.

La salsa les da un toque especial a los tamales.

“Pues mire, no me cuesta nada venir todos los días porque son 4 horitas que se pasan rápido”, cuenta Perla, quien no descansa ningún día de la semana.

Sus tamales le han traído clientes de todos lados, incluso de distintas partes de la República, como Ciudad Juárez, Monterrey, Guadalajara, y de otros países como Canadá.

Doña Perla vende sus tamales a diario.

Así que si va a trabajar con prisa, y no tuvo tiempo de desayunar, ya sabe a dónde puede desayunar algo rico.




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