
Otros años así se veía a los fiel ir al Santuario de la Virgen de Guadalupe. | Fotos: Rocío Ramírez.
La Virgen de Guadalupe es muy venerada en Jalpa por ser bien milagrosa.
JALPA.– Aquí en México la gente tiene mucha fe y es muy devota. Tenemos muchos santos o santas y cada pueblito tiene un santo al que rezarle y Jalpa no es la excepción.
Este pueblito está consagrado al Señor de Jalpa, la Virgen de Guadalupe es muy venerada, por ser bien milagrosa. Quien visita Jalpa, no puede irse sin visitar el Santuario a la Virgen de Guadalupe.
Aquí, la virgencita siempre espera a sus fieles en la pequeña iglesia en el Santuario que lleva su nombre, allá en lo alto del Cerro de Cuahitepetl, hay una gran vista ya sea que vayas de día o noche.
El día de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, los Jalpenses van desde muy tempranito al templo, algunos son de la comunidad y otros vienen de Estados Unidos, para pedir o agradecer los favores recibidos por la morenita.
Algunos se van en camioneta o carro y otros se van a pie. Desde el pueblo hasta lo alto del Santuario, se van por un camino que ya no está tan mal pero que está pesado aventárselo a pie.
Porque si no tienes condición física, llegas “sudando la gota gorda” y tosiendo los pulmones. Muchos de los que van caminando lo hacen por gusto, otros por pagar mandas que en algunas ocasiones incluyen ir descalzo aguantando el frío.
Ahí pisando las piedritas del camino para pagar una deuda, cada paso que duele vale, porque la fe y el agradecimiento es más grande que esos dolorcillos.
Cuando llegan al templo, se arrodillan frente la imagen de la Virgen, y muchas veces ofrecen flores, una rosa, dos o cien, depende del gusto y bolsillo de cada fiel.
Luego de la misas, viene la celebración, ahí se arma la verbena y con el hambre de la caminada se antoja comerse una fruta picada, un raspado o un coco con chile, limón y sal.
O agua fresca para matar la sed, como también hace mucha hambre, no pueden faltar los taquitos de todos sabores, para que nadie se debilite o le dé el patatús.
Pero así era en años pasados, ahora con la pandemia de Covid-19, ya ni misas habrá, y pues este año les toca rezarle a la virgen desde casita.
Otra visita obligada para los fieles es visitar a la Virgen de la Peña, es una imagen pintadita en la peña donde posa el Santuario de la Virgen de Guadalupe.
El dibujo es impresionante porque está muy grande, y con eso de que hace poquito la rehabilitaron se amplió a 34 metros de altura, y luce más bonita que nunca.
Este año, 2020, la Virgen de la Peña, cumple 25 años; su creador, el pintor Enrique Rodríguez Faz, quiso festejar en grande esa fecha y le echó una manita de gato junto a los Jalpenses Marco Cabrera y Gabriel Flores.
Ellos junto a otras personas pusieron dinero y mano de obra para repintar la imagen y construyeron una pequeña explanada.
Esta explanada tiene el piso adornado con flores igualitas a la tilma de flores que San Juan Diego le llevó a Fray Juan de Zumárraga, para demostrarle que la Virgen de Guadalupe se le apareció.
Entre otras cosas con una iluminación de la colosal imagen, luces igualitas a las del Cerro de la Bufa, así las noches ya no son tan oscuras y se ven con madre para los Jalpenses.
El maestro Rodríguez Faz le ha invertido su vida a cuidar los detalles de la Virgen de la Peña. Y dice que todo es eso porque le hizo una promesa a su abuelita, María, por ese cariño la seguirá cumpliendo.
Gracias a esa promesa y a la Virgen de la Pena, todos lo conocen y respetan en Jalpa, pero no es lo único que ha hecho, y tiene otras pinturas religiosas en templos del municipio.
Si tiene una oportunidad de ir a Jalpa no se vaya sin visitar el Santuario a la Virgen de Guadalupe, y la Virgen de la Peña, estar aquí es una experiencia de la que saldrá contento.