Una cantina de tradición, las Quince Letras

Este espacio es uno de los lugares más antiguos y cuenta con una larga historia

ZACATECAS.- Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad es su cantina más antigua, esta es el destino obligado luego de una callejoneada. Hablamos de Las Quince Letras, un espacio cálido y con buen ambiente donde uno puede disfrutar de vino o un buen mezcal.

Este lugar es un sitio al que uno debe ir al menos una vez en su vida, tanto si se es foráneos o locales. Ya que esta es una de las cantinas más antiguas de nuestra hermosa “Ciudad Patrimonio”.

 

Este lugar es especial debido al buen ambiente con el que uno se encuentra , pues recién con entrar uno sentirá que está entrando en una época lejana, todo ambientado por la decoración del lugar.

Y es que con solo entrar uno por las tradicionales puertas abatibles, tan típicas de las cantinas tradicionales, a uno se le viene a la mente una película de vaqueros o los lejanos tiempos de la Revolución.

Por otro lado, una cosa de agradecer es el ambiente relajado de las calles, mientras uno está en el interior de este recinto forrado de bella madera con periqueras, ahí en la barra uno encuentra a mucha gente cantando y bebiendo alegremente.

Usualmente uno puede ver a tres hombres atendiendo el lugar, a don Agustín, miembro de la familia Llamas, que desde hace cuatro generaciones siguen con la tradición de Las Quince Letras.

Entre las cosas que uno puede probar en este lugar está “la bebida de la casa”, la cual es secreta, desde luego, además de ello uno puede probar de la tradicional “Banderita”, que son tres caballitos, uno con mezcal, uno con jugo de limón y otro son sangrita.

Tres caballitos que combinados de la manera que más guste uno, dan deliciosos sabores.

Este espacio está lleno de ricos cocteles y si uno gusta de un refrescante  “Vampiro”, aquí lo encontrará hecho con un rico mezcal, petróleo sus salsas negras, sangritas, limón y refresco de toronja. Para matarse la sed y refrescarse.

Un espacio con 116 años de antigüedad

Este espacio es uno de los lugares más antiguos y cuenta con una larga historia y es que a día de hoy tiene poco más de un centenario de años.  Ya que se fundó en el año de 1906, lo que a día de hoy le da unos 116 años.

Sin embargo sería un poco trampa decir que desde siempre ha sido una cantina, ya que  en sus primeros años era una tienda, propiedad de dos mujeres, donde se vendía petróleo, leña, cabrón y licor en botellas cerradas.

Pero dicen que a veces aquellas botellas de aguardiente eran abiertas en el mismo local y pues con eso, uno diría que prácticamente ya la harían una cantinita.

En 1928 Las Quince Letras fue adquirida por Don Rafael Llamas González, y desde entonces esta cantina es propiedad de la familia Llamas. En aquella época se le cambió el nombre a “El Torito”, por estar ubicada en el Callejón del Toro, que a día de hoy es la calle Mártires de Chicago, pero el cambio de nombre no fue exitoso y volvieron al nombre original.

El misterio del nombre

Fue hasta 1974 cuando Las Quince Letras fue reinaugurada como cantina y cuando empezó a ganar fama. Al principio este lugar fue visitado por hombres y mujeres arriesgadas como la mítica Juana Gallo.

De hecho, junto a la barra hay una vitrina donde aún se conserva el bastón de este personaje tan conocido.

Hoy en día Las Quince Letras es un lugar de tradición que ha sido visitado por grandes personalidades como Carlos Monsiváis, Manuel Felguérez, así como embajadores y actores que buscan vivir la experiencia.

El nombre de las Quince Letras, pareciera ser muy misterioso y referirse a algo, pero en realidad no es más que un juego y es que no hace más que referirse al mismo nombre que, en efecto, tiene quince letras.